Crítica: La proposición - Película

Título: La proposición

Género: Comedia, Romance, 

Duración: 107 min

Estreno: 2009

Idea original: Pete Chiarelli

Director: Anee Fletcher

País: Estados Unidos | Idioma: Inglés

Distribución: Touchstone Pictures

Reparto: Sandra Bullock, Ryan Reynolds, Mary Steenburgen, Craig T. Nelson, Betty White, Denis O' Hare 

Margaret (Sandra Bullock), una famosa e influyente editora de Nueva York, debido a un problema con su visado, está a punto de ser deportada a Canadá, su país natal. Para evitarlo, la astuta ejecutiva declara que está comprometida con su joven ayudante Andrew (Ryan Reynolds), al que durante años ha sometido a todo tipo de humillaciones. Andrew está dispuesto a participar en la farsa, pero imponiendo algunas condiciones. Así, ambos viajan a Alaska para que Margaret conozca a la peculiar familia de él, mientras que un agente de inmigración sigue los pasos de la pareja, sospechando que la prepotente ejecutiva prepara un enlace de convenicencia. 

Esta película la vi hace poco con mi mamá, que ya la había visto muchísimas veces pero como yo no soy una persona muy cinéfila, jamás la había visto. Y me arrepiento de haber esperado tanto, porque Sandra Bullock es fantástica, una de mis actrices favoritas que se luce en esta peli, y Ryan Reynolds, que jamás lo había visto actuar, me hizo morir de amor y risa. Veamos, la peli cuenta la historia de Margaret, una mujer exitosa del mundo editorial de Nueva York, que es de nacionalidad canadiense y que, por un problema burocrático, está a punto de perder su visa. Y tendrá que pasar fuera de USA por al menos un año, es por ello, que decide que la única manera de quedarse en Nueva York y no perder así, su puesto de trabajo, es casarse con un americano. Ahí es dónde entra Andrew (Ryan Reynolds), su asistente por más de dos años, al cuál ha maltratado y vuelto loco en cada oportunidad que ha tenido. Andrew es un empleado eficiente, que lo único que quiere es poder publicar su libro, es por ello que, tras la promesa de hacerlo editor y publicar su material, accede a ser el marido por conveniencia de Margaret.

Para convencer a la agencia de inmigración, ellos deben demostrar que están en pareja, por lo cuál viajan a Alaska, en dónde vive la familia de Andrew, y comentar su relación y compromiso. Debo decir que el lugar en dónde transcurre la película es paradisíaco, Alaska es precioso, con sus bosques tupidos, sus montañas y ríos, sus verdes pastos, todo es precioso, me recordó mucho al sur de la Argentina. En Alaska, en pocos días, la relación de Andrew y Margaret cambia completamente, llegando a conocerse los dos muy bien. Es graciosa, claro está, escenas que están destinadas a ello, pero también tiene su parte dulce y dramática, como conocer el por qué Margaret es así de fría, saber más de ella a la par que conocer de él.

Margaret es una mujer distante y un poco malvada, sí. Pero es muy gracioso también verla en plan perra, mientras que Andrew es un divino total, pero también se le ve esa vena cruel al vengarse de ella por todo lo que le ha hecho pasar por años. Sus idas y venidas son muy graciosas, creo que en cada escena solté una risa, las caras de Andrew (Ryan) te matan, sin decir nada él te hace reír, la abuela de este, su perro Kevin, todo transcurre tan rápido, pero de una manera ágil y atrapante que me ha encantado. Un personaje que debo destacar es Ramón, que si bien no es protagonista ni mucho menos, es un personaje importante en el pueblito de Alaska, porque resulta ser que él hace de todo, tiene muchísimos trabajos (mesero, agente de telefonía, juez de paz, y hasta strepper). Ramón me ha hecho morir de risa, cada vez que aparecía era sin lugar a dudas lo mejor de la película.

Ryan me ha encantado, y sin duda quiero ver muchas más películas de él. No me parecer hermoso, pero es lindo sí, tiene algo que te invita a tomarle ternura mientras que Sandra... Bueno, es ella, perfecta, la amo, intachable a la hora de actuar. En fin, recomiendo mucho la película para pasar un tiempo un fin de semana. Saludos, Danna.