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martes, 28 de mayo de 2013

Dramma Queen - Capítuo 41


Dramma Queen
Capítuo 41


¿Cómo se encuentra hoy, princesa?
Bien, gracias Alli.
¿Desea algo?
Si, quisiera saber dónde está Harry.
El príncipe Harry se encuentra en una reunión con Su Majestad, la Reina Elizabeth II.
¿La reina? ¿Y ella qué quiere? inquiere la princesa, preocupada.
Lamento comunicarle esto, princesa... Pero cuando la vi a Su Majestad, estaba como si la llevara el diablo. Muy, muy enojada, y pidió hablar con el príncipe inmediatamente. —Le contó Allison, arreglando la cama de la muchacha. —Lo único que llegué a escuchar fue que le dijo que era un maleducado, desobediente y atrevido.
¿Por qué le dijo esas cosas tan feas?
Lo que ocurre, princesa. Es que cuando nos encontrábamos en Viena y usted fue internada, el príncipe discutió unas palabras por teléfono con Su Majestad, el principe no se encontraba para lidiar con problemas reales, ya que estaba muy preocupado por usted, la conversación no fue nada agradable.
Esto es mi culpa...
No diga eso, princesa. Usted sabe que el caracter del príncipe es educado y correcto, pero... Es un tanto ferviente.
Lo sé, pero... Pobre Harry. el dolor que sintió en el pecho por su errante esposo la lastimó. Él estaba lidiando como la ira de su abuela por su culpa, mientras que ella lo trataba tan mal.
Si, es algo bastante descolocador para el príncipe. —dijo Allison, acariciando a Harry Jr. —Y otra cosa, princesa Emma.
¿Si?
El príncipe Harry me lo prohibió de sobremanera, pero, él es tan convincente que me pidió por favor de pasarle el recado.
¿Él?
El príncipe Zayn, el quiere que se encuentren en el Tower Bridge de Londres, mañana, a las once de la noche.
¿Qué? ¿Está loco?
No lo sé, princesa. Ese es el mensaje que me pidió que le pasase.
Esto está mal... Harry se está peleando con la Reina por mí, y yo...
Mire, princesa. Si me permite decirle mi humilde opinión.
Dime, Alli.
Creo que lo que está haciendo con el príncipe Zayn es incorrecto, pero si usted es feliz a su lado, sepa, que siempre voy a apoyarla.
Gracias, Allison, pero... No lo sé. al escuchar las palabras de su empleada Emma no hizo más que sonreír, tener el apoyo de la mujer era sumamente importante para ella, pero la duda y el miedo con respecto a este tema, ni el reconocimiento de Allison podía alivianarlo.
¿No está segura de lo que siente por el príncipe Zayn?
La verdad, no. Es que, no lo sé. Eso es lo que pasa.
¿Es por el príncipe Harry?
Claro, engañarlo así...
¿O es por qué está enamorada del príncipe Harry?
¿Enamorada? Harry me odia y... la pena en la voz de la chica se fue notando, a medida que sus palabras se perdían en un murmullo cansado.
¿Odiarla? Lo que he visto en los últimos días fue de todo, menos odio. Princesa. El príncipe la quiere, y muchísimo.
Como amigos.
¿Tan segura está?
No quiero hablar de esto... Sé lo que Harry siente por mi, y es amistad, como mucho. Y con respecto a Zayn. Creo que esto no está bien, y se debe acabar. Asi que... No, no voy a ir.
¿Así nada más? Creo que sería correcto que si quiere finalizar las cosas con el príncipe Zayn, debería ir a hablarlo con el cara a cara.
¿Tu crees? pregunta ella, sabiendo que la mujer podría tener razón. No puede jugar de aquella manera con los sentimientos de Zayn, pero también sabe que ir será más que complicado.
Si, así lo creo.
De acuerdo. —contestó Emma, poco segura de sus palabras. —Otra cosa, Allison. ¿Puedes hacerme un favor?
Por supuesto, princesa. Para servirle.
Antes de irme a Viena recibí una carta del príncipe Sebastian de Luxemburgo, y le escribí, y olvidé enviar la carta. ¿Podrías hacerlo? —dijo ella, entregándole un sobre blanco a la mujer.
Por supuesto, princesa. Voy ahora mismo, con permiso.
Gracias.
Emma se recostó en su cama, apoyando su cabeza contra su suave almohada, y cerrando los ojos, para tratar de dormir un poco. Mientras tanto, Allison, iba hasta un cadete que mandaría la carta al correo real, la cual decía lo siguiente:
Para Sebastian Harry Marie William Príncipe de Luxemburgo, Nassau y Barón-Parma.
"Su Majestad Real Sebastian Harry Marie William Príncipe de Luxemburgo, Nassau y Barón-Parma, le escribo para agradecerle su carta recibida con anterioridad. Estoy sumamente satisfecha al encontrar a alguien que apoye esta causa estudiantil, también, y que me ayude de la manera que usted lo ha hecho. Cabe destacar, que a pesar que agradezco su generosa ayuda, estoy en todo mi deber de rechazarla, porque me mis sentimientos se verían afectados al tomar su dinero, pero esto no quiere decir, que me haya insultado ni herido mi ego, todo lo contrario. Estoy agradecida por su espontanea carta y por su ayuda tan conmovedora. Espero, que usted no tome a mal mi negativa, pero entienda mis razones, que son puramente políticas, del no aceptar el financiamiento estudiantil. Ojalá, en un futuro, pueda reunirme con usted, y la Casa Real de Luxemburgo, sería un verdadero honor poder conocerlo en persona.
Sinceramente, Emma Ana Sicilia Isabel Habsburgo-Lorena, Princesa Imperial de Austria, Princesa real de Hungría, Bohemia, Croacia, Eslovenia, Dalmacia, Galicia y Lodomenia. Princesa consorte de Harry Arthur David Alexander, Duquesa Consorte de Rothsay, Baronesa consorte de Carrickfergus y condesa consorte de Belfast."

* * *

¿De verdad quiere seguir esta conversación, Su Majestad?Harry ya estaba cansado, y debía agradecer los años de educación decorosa que había recibido desde niño, porque en ese momento lo único que deseaba era mandar al diablo a la anciana mujer.
¿Me está tomando el pelo, príncipe Harry?
Por supuesto que no, Su Majestad. replicó con tono mesurado, apretando los dientes.
¿Ha visto las noticias? No hay un canal de televisión, no hay una portada de revista, ni de diario que no hablen de la enfermedad de la princesa Emma, llegando a decir que tiene trastornos mentales.
Si, por supuesto he visto las noticias, pero eso no quiere decir que deje a mi esposa tirada en una cama de hospital en Viena, mientras yo trato de arreglar las cosas aquí en Reino Unido.demasiado brusco, se regañó a si mismo, pero no podía controlar la ira que la dama despertaba en él. ¿Qué pretendía que hiciera con Emma? ¿Tomar el trono de Austro-Hungría y tirarla en una cama de hospital? Él jamás haría eso.
El príncipe Karl me llamó, y dice que va a pedir el trono alegando la incapacidad de la princesa para el cargo de Soberana.
¿Qué? Emma es la legítima heredera de Austro-Hungría, él cómo se atreve...
Le dije exactamente lo mismo que usted está diciendo, príncipe Harry. Y por ello, vamos a ir a juicio si el sigue alegando eso frente al parlamento Austro-Húngaro. la voz de la mujer era fría, y por vez primera en esa charla, ambos coincidian en la molestia que el hombre estaba generando en ellos.
Emma no está loca, solo enferma. Ella se va a curar.
Deje de ser el centro de los escándalos por un tiempo, usted y la princesa Emma. —le pidió la reina, entregándole a Harry un sobre de color madera, y dentro de este, un teléfono celular blanco.
¿Qué es eso, Su Majestad?
Vaya a videos. —le pidió la anciana, mientras el príncipe hacía lo que la mujer le pedía, y allí, poniéndole play al único video de la lista de reproducción, se encontraba el, junto a Chrystalle, besándose.
Esto... —comenzó el, nervioso. Maldijo a la reina por ponerlo bajo custodia. Maldijo a Chrystalle por seducirlo con el pasado y un futuro dichoso, pero por sobretodo se maldijo así mismo por ser tan descuidado y desalmado. Si Emma viera ese video, las esperanzas de poder entablar una mínima relación con su esposa se verían en cero.
Esto es la caída completa del poder posicionarnos en el Imperio Austro-Húngaro y una baja de la credibilidad de usted ante el Reino Unido. ¿Entiende eso, príncipe?
Lo entiendo. replicó seco.
Quiero que deje a esa mujerzuela. No la quiero ver jamás rondandolo, si la princesa Emma se enterara podría reaccionar de una forma muy negativa, y su casamiento con ella hubiera sido todo por nada.
Entiendo, Su Majestad.
Ahora, me retiro. Tengo que encontrarme con alguien muy distinguido. Con permiso, Su Alteza.
Todo suyo, Su Majestad. —contestó el muchacho, mientras la anciana salía de la habitación y entraba, luego de su retirada, Milfroyd.
¿Qué has averiguado?
Mañana, a las once de la noche, en la sima del Towar Bridge, la princesa Emma de Gales y el príncipe Zayn de Edimburgo se van a encontrar, y la princesa ha dado su positiva.
Dejala ir, y allí estaremos nosotros también.

* * *

¿Cómo te encuentras? inquirió Harry, mirándola a los ojos. Esos ojos castaños ahora apagados y serios, que siempre lo miraban altaneros y sonrientes.
Mejor, la verdad. —contestó Emma, sentándose mejor en su cama.
¿Has comido?
No tengo mucha hambre.
Emma... empezó él, molesto por la negativa de la muchacha. Debía cuidarse. Debía cuidarla.
De acuerdo, voy a comer Harry.
Así me gusta. —dijo este, sentándose en una silla al lado de la cama de la castaña.
¿Cómo han ido las cosas con la Reina? indaga ella, muerta de la curiosidad. Está mortificada desde que sabe que el muchacho está bajo la lupa de la mujer, por su bendita culpa.
¿Cómo te has enterado?
Eso no importa, solo dime.
¿Tus empleadas verdad? —preguntó el muchacho, mientras Emma, ignoraba su pregunta. —Ha ido bastante bien, el problema es... El príncipe Karl.
¿Por qué?
Quiere alegar ante el parlamento del Imperio Austro-Húngaro que estás incapacitada mentalmente para tomar el control del imperio.
¿Es un chiste, verdad? pregunta con la voz ahogada, apretando en un puño las sábanas.
Emma, tu internación, y el porqué fuiste internada, está en las noticias de todo el mundo, era obvio que él, iba a usar esto para su propio beneficio.
¿Qué vamos a hacer?
Libres de escándalos por mucho tiempo y tratar de mantenernos políticamente activos, tanto en Gran Bretaña como en Austro-Hungría.
De acuerdo. Vamos a hacerlo. —dijo ella, sonriendo.
¿Te puedo pedir algo? comenzó él, arropando su mano sobre la de ella, acariciando levemente la cálida y tersa piel de la princesa.
Dime. replicó con voz ahogada, pero esta vez no era de sorpresa o rabia. Era un sentimiento completamente distinto a la ira, pero tan intenso como este.
Cuídate, Emma. Por favor. El día que te desmayaste frente a mi, creí que el alma me abandonaba el cuerpo, y un día después, cuando volviste a abrir los ojos, ella volvió a mi. No me hagas pasar por este susto nuevamente. —pidió el castaño, muy serio. Entonces, el alma de ella, no salió de su cuerpo, si no, que comenzó a saltar en su interior, repleta de fulgor y felicidad. Harry estaba preocupado, por ella.
Te lo prometo.
Gracias, además... Prometiste que este iba a ser nuestro País de Nunca Jamás. No rompas tus promesas. —dijo el muchacho, sonriendo.
De acuerdo, te quiero Harry. —le dijo ella, sin tabúes, abrazando al chico por la cintura, mientras este, sorprendido, correspondía su accionar.

jueves, 23 de mayo de 2013

El precio de la elegancia - Capítulo 13


El precio de la elegancia
Capítulo 13


Con un vestido corto sin mangas color marrón, un sobretodo celeste claro al igual que los zapatos de tacón y la cartera de Chanel a composé, Elizabeth bajó las escaleras desde su dormitorio asta el hall central, para encontrarse con Holly. { http://www.polyvore.com/23/set?id=47859730 }
¿Otra vez bajas tarde? Hace una semana que bajas siempre a la misma hora, pero tarde.
Es que... ¿Me vas a hacer un interrogatorio?
No, claro que no... Pero me parece raro.
¿Qué? —pregunta ella, de mala gana.
Que bajas siempre, dos minutos después, de que los estudiantes de la carrera militar se van hacia la base. —dice ella, con una sonrisa ladeada.
Mera coincidencia.
¿Segura? —insiste la castaña. — O es devido a... Jason Pinault —dice esta, levantando sugestivamente las cejas.
¿Eres tonta, Holly? ¿Qué tiene que ver el plebeyo en todo esto?
Por algunas de esas casualidades de la vida, cuando nos fuimos de campamento, ¿pasó algo en la montaña?
¿De qué hablas?
Me contaste que te perdiste en el bosque y que fue Jason el que te fue a rescatar.
¿Y? inquirió ella, más nerviosa de lo que debería.
Unas chicas de mi clase dijeron que cuando volvieron él estaba semi desnudo, y que tu, estabas usando su ropa. —dice ella, haciendo que Elizabeth respirara con dificultad, y se quedara clavada en su lugar.
¡¿Quiénes fueros las estúpidas que dijeron eso?! ¿Tienen una idea quién soy? ¡Soy Elizabeth Rockefeller, la primera heredera de la familia Walton-Rockefeller! ¡¿Cómo se atreven siquiera a que sus sucias bocas me mencionen?!
¿Estás enojada porque el rumor es mentira? ¿O por qué es verdad?
¡Cierra la boca, Holly! —le gritó la chica, saliendo del edificio, ignorando los llamados de la chica. Elizabeth se fue hacia la universidad y pasó el día entero ignorando a Holly, la cual, trataba por todos los medios de hablarle, pero esta, ni siquiera una mirada le lanzaba.
Así, pasó una semana más y con un top floreado, una pollera corta de tiro alto rosada, un blazer color salmón, sandalias de tacón turqueza y una cartera fucsia, con el cabello recojido en una coleta y el maquillaje impecable, Elizabeth caminó hasta su salón de clases, ya que la semana daba comienzo nuevamente. { http://www.polyvore.com/swarokvski/set?id=55170699 }
Princesa, ¿cómo está? —pregunta Jason, en cuantro entra al salón, haciendo que una ligera sonrisa apareciera en sus labios.
Hasta ahora, estaba perfecta. —contesta de forma ácida, haciendo que el chico, sonría de costado.
Buenos días alumnos. —dice el docente, al entrar al salón. —Hoy vamos a comenzar con un trabajo práctico que va a ser llevado a cabo al rededor de todo el año, y las parejas van a ser asignadas con los compañeros que tengan su misma calificación, para que el trabajo en equipo sea equitativo. —cuenta el docente, sentándose sobre el escritorio.—Vayan a su dirección de e-mail y allí les va a aparecer el listado de sus nombres, y con quién les corresponde hacer pareja.
Elizabeth toma su tablet y verifica su cuenta de correo, observando con al boca casi abierta, su calificación de %100 al igual que el otro mejor promedio de la clase, Jason Pinault.
Parece que estamos juntos, princesa.
La suerte de mi vida. —comenta con sarcasmo, haciendo sonreír al chico, que comenzaba a ignorar sus contestaciones, y sonreía debido a sus respuestas de mal modo, comprendiendo la personalidad rebuscada y complicada de Elizabeth Rockefeller.
Escuchen. —dice el docente. —El trabajo va a contar de la elavoración de una empresa desde sus cimientos. Comenzando con la idea de lo que quieren hacer, el capital que tienen para llevarlo a cabo, la dirección e ideas para el marketing y la elavoración del producto, y absolutamente todo lo que tiene que ver con "crear una empresa". —dice el maestro. —Deben crear un producto llamativo, innovador, que haga que sea fácil de vender y que mueva masas. Pueden empezar a debatir con su compañero de equipo.
¿Qué quiere hacer?
Emm... ¿Una marca de alta costura?
¿Alta costura? —pregunta con una sonrisa ladeada, dejando ver solamente sus dientes superiores.
Si, algo glamoroso y caro.
¿Como qué?
Chanel, Prada, Dior... ¿Algo así?
El nombre de la marca sería?
Elizabeth Rockefeller, por supuesto. —contesta ella, haciendo reír al chico.
El trabajo es de a dos.
De acuerdo... Elizabeth Rockefeller & Asociados. —dice esta, haciendo reír al chico.
Que tal... Pinault-Rockefeller.
Me gusta más mi apellido primero. —comenta ella.
¿Rockefeller&Pinault? De acuerdo. —acepta este, escribiendo con su prolija caligrafía en su cuaderno. — ¿Qué venderíamos?
Ropa, zapatos, carteras, joyas, perfumes...
Arranquemos con la ropa, cuantas más cosas vendamos más trabajo va a ser. —comenta el chico. —Para tener una linea de ropa debemos dividirnos este año y el que viene, años 2012-2013. Arrancando con el Pret A Porter, primavera verano 2012, el prefall 2012, luego la colección primavera verano 2012, el pret a porter otoño-invierno 2012/2013, la colección crucero 2012/2013, la colección otoño-invierno de alta costura 2012/2013, y si se desea, la colección de novias.
¿Cómo diablos sabes eso? —preguntó Elizabeth, con la boca abierta, que si o fuera por su mandíbula pegada al craño, estaría chocando en este momento contra el suelo.
A que te sorprende que un plebeyo sepa todo eso. —comenta él, con una sonrisa laedeada. —Pero... ¿Estoy en lo correcto?
En todo lo que has dicho. —dice ella, con su cara de estupefacción latente.
Debemos elegir el estilo, el diseño y, una de las cosas más importantes, la cantidad de diseños y los materiales y la mano de obra, para así, sacar un presupuesto de cada colección.
Minuto. —dice ella, colocando su mano derecha extendida, sobre su rostro. —Ya en serio, ¿cómo diablos sabes todo eso?
He estudiado varios campos de la administración, uno de ellos, el diseño de indumentaria.
Ok, entonces... replicó ella, un tanto desconfiada.
Tenemos que hacer los diseños, tiene que haber entre treinta y cincuenta diseños, eligiendo las telas y cuantas personas necesitaríamos para llevarlas a cabo. Además, tenemos que agregar las sesiones de fotos y la publicidad de la marca. —le explica este, anotando todo. —Haz elegido un rubro muy caro.
Soy Elizabeth Rockefeller... Puedo financiarlo, tranquilo. —comenta ella, con una sonrisa.

martes, 21 de mayo de 2013

Dramma Queen - Capítulo 40

Dramma Queen
Capítulo 40

El príncipe llevaba en brazos a la muchacha, la cual, se encontraba con los ojos cerrados, ida de este mundo. La gente comenzó a cuchichear, y cuando llegaron al hospital, el más importante de Viena, se dirigieron al ala de la Familia Real Austro-Húngara, los periodistas se encontraban agolpados en la puerta del hospital, tan rápido, como llegaron ellos. Unos médicos y enfermeras, depositaron con rapidez a la princesa en una camilla, llevándola a urgencias, dejando a Harry (el cual quería ir detrás de ella, pero se lo impidieron) en la sala de espera, con las tres empleadas de Emma y Milfroyd.
Luego de más de tres horas prolongadas, lo que a Harry le supuso más que ello, para el, fueron como días, uno de los médicos que atendía a Emma salió de la sala, y se dirigió hacia el muchacho.
Buenas noches, Principe Harry. —dijo este, en un claro acento inglés.
Buenas noches doctor. Digame... ¿Cómo está mi esposa?
Ella ahora está estable, le tuvimos que pasar un suero cargado de minerales y vitaminas, y tuvimos que hacerle varios exámenes ya que lo que le diagnosticamos luego del paneo general, fue que hace más de una semana, que la joven no ingiere nada de alimento. Es demasiado tiempo para una niña de dieciocho años. Le faltaban nutrientes, y le faltaba hidratarse el cuerpo. Así que ahora, debemos de dejarla en observaciones para ver como reacciona, y que luego de los sedantes, despierte.
¿Qué tiene doctor?
Sin hablar con la paciente no puedo dar un claro diagnóstico, ya que lo que padece su esposa, no es solo una enfermedad de ídole físico, si no también psicológico. Todo deriba a que la princesa Emma, padece de Anorexia nervosa.
¿A... Anorexia?
Lo lamento, príncipe. —contestó el hombre. —Con permiso. —volvió a hablar paraentrar a otra habitación y atender a un nuevo paciente.
Principe, es Su Majestad Real, La Reina Elizabeth. Está enfadada porque no le atiende el teléfono. —dijo Milfroyd, entregándole el aparato a Harry, el cual, con pocos ánimos, agarró.
Expliqueme, joven príncipe, que significa lo que está saliendo en todos los noticieros.
¿De qué habla, Su Majestad?
La princesa Emma, ¿una suicida?
¿Qué? Ella no trató de suicidarse.
Eso es lo que dicen en las noticias, príncipe Harry de Gales. Explíqueme por favor.
Su majestad, no quiero ser indecoroso, pero en estos momentos, estoy abocado a la salud de mi esposa, no, a las idioteces que pueden llegar a hablar los medios de comunicación.
Príncipe Harry...
Lo lamento, Alteza. Pero la princesa Emma está un tanto delicada, y es mi labor como esposo, cuidar de ella. Disculpe. Y hasta luego. —dijo el castaño, cortando la comunicación con la soberana.

* * *

¿Harry? —preguntó con voz suave y adormilada.
Hola, Em. ¿Cómo estás?
Bien, con un poquito de sueño. —dijo ella, tratando de levantarse, pero con sus manos, el la detuvo.
Quédate acostada, por favor. —dijo él, y ella, hizo caso. —Tengo que hablar contigo.
¿Acerca de...?
Anorexia nervosa. —contestó el muchacho, y Emma se puso pálida en un instante. — ¿En qué estabas pensando cuando dejaste de comer por una semana?
No quiero hablar de eso, quiero dormir. —dijo la chica, mientras se daba vuelta, pero con un solo brazo, este la corrió hacia su lugar.
Emma... Estás flaca, ya demasiado. Te siento los huesos debajo de la piel, cuando te traje aquí en brazos, parecía que te ibas a romper. Estoy procupado por ti.
No seas mentiroso, nadie se preocupa por mi. —contestó ella, quitándose una lágrima que se iba deslizando por su mejilla.
Claro que me preocupo por ti, eres lo más... —comenzó Harry pero se calló, reaccionando de lo que iba a decir.
Ves. Yo se que a nadie le importo. Todos quieren algo de mi, nadie está conmigo solo por lo que soy.
Emma, eso a nosotros siempre nos va a pasar. Las personas ven en la realeza, esa aura de perfección y riqueza y quieren obtener algo de ello. Pero no pueden ponerte así por lo que la gente haga. No puedes hacerte daño por lo que todos digan.
Todo el tiempo, en la universidad, en la televisión, en la radio, en revistas, en el diario, en internet, en el parlamento... Hasta en el propio Palacio de Buckingham, todo el mundo habla mal de mi. Siempre. —dijo ella, con lágrimas en los ojos. —Es cansador, que todo el tiempo digan cosas horribles de ti. Y el que la princesa está fea, está gorda y es una latina que se la da de princesa, lo he escuchado mil veces. Estoy cansada.
Emma, eres hermosa. No importa lo que los idiotas digan. Te entiendo, me pasa a mi también, Em. Pero no por eso me lastimo, para eso, estoy con las personas que me hacen bien.
¿Chrystalle? pregunta en un susurro la muchacha, con un nudo punsante en la garganta.
¿Por qué la nombras de nuevo a ella? inquiere exasperado.
Sé que estás saliendo con ella.
¿De dónde sacaste eso?
No importa, solo lo sé.
Zayn. ¿Verdad? su tono de voz era más que molesto, y en su mente le dijo de todo a Zayn, menos bonito.
Siempre metes a Zayn en todo. —dijo la castaña, girándose en la cama.
Sabes... No me importa, ni Chrystalle, ni Zayn, ni la Reina, ni nadie. En este momento, solo me importas tu. Así que, gírate, y ponte frente mío. —dijo el autoritariamente, pero Emma no se movió un centímetro. —Date la vuelta, Emma. —volvió a decir, e igual que la vez anterior, se quedó quieta como una estatua. Entonces, Harry se paró de su asiento, y con una mano, la colocó de su lado, sin el más mínimo esfuerzo.
Deja de agarrarme como si fuera una muñequita de trapo.
Come más, y no serías una. Pesas lo mismo que una.
Jaja. Que gracioso. —repuso ella, irónicamente.
El médico te va a dar la autorización para trasladarte a Reino Unido.
¿Por qué no podemos quedarnos? Tecnicamente, ese es tu reino. Y este es mío, prefiero quedarme en el mío.
Emma, no era una petición, solamente te estaba informando. Tus empleadas van a venir a alistarte y nos vamos a Windsor. Ahora. estricto como siempre, su mirada era de una menta congelada.
¡¿Por qué siempre me tratas como si fuera una tonta?! ¡¿Quién crees que eres?!
¡Te trato así porque si eres tonta! ¡Mira lo que has hecho con tu propio cuerpo! ¿Cómo puedes ser capaz de cuidar dos Reinos, si no puedes cuidarte a ti misma? —preguntó el chico, mirando a Emma furioso. — ¿Cómo puedo ser yo capaz de cuidar dos Reinos si no puedo ver que mi propia esposa se podría haber muerto si no se desmayaba frente a mis ojos? ¿No te das cuenta? Zayn, la Reina, el Parlamento británico, la prensa, el príncipe Karl... Todos estan esperando a que fallemos así ellos toman lo que nos pertenece. Date cuenta, Emma. Todos ellos no son amigos, ellos esperan eso, que fallemos, para así comer de nuestras sobras.
El príncipe Karl parece amable, y Zayn...
Te quiere, puede ser. Te ama, no lo creo... No te haría sufrir tanto si lo hiciera.
Tu me haces sufrir más que todos ellos. Así que, no te la des de santo. soltó ella molesta y dolida a la par.
Vístete, Emma. replicó él, secamente.
¿Te das cuenta? Cada vez que se habla de tus faltas, sales corriendo.
Dime entonces... ¿Cuáles son mis faltas? ¿No son las mismas que las tuyas? —inquirió el príncipe, dejando callada a Emma, pero luego la muchacha se dispuso a hablar.
Si, puede que sean las mismas, pero yo, aunque sea, he tratado de demostrarte que estoy para ti siempre. De que te quiero, más que quiero a nadie en el mundo, en cambio tu, me tratras peor que a una criada. —el muchacho la miró por unos segundos y calló, para luego girarse y salir de la habitación.
"El martes por la madrugada, la Princesa Emma de Gran Bretaña e Irlanda del norte, y del imperio Austro-Húngaro, fue internada en cuidados intensivos. Hoy, se le ha dado la autorización del traslado a una institución clínica del Reino Unido, pero según los comentarios entre el Príncipe Harry de Gales y sus empleados, se está preparando al Castillo de Windsor, recidencia de los príncipes, para que la princesa sea internada bajo la comodidad del castillo. Según las fuentes oficiales, el Dr. John McQueen, informó a la prensa que lo que la princesa Emma tenía, era un síntoma clásico de un Trastorno de Anorexia Nervosa. Según este, la princesa llevaba entre siete y diez días sin ingerir alimentos, llevándola al estado en que se encuentra ahora. Soy Karina Geelback para BBC News."
Buenos días, Su Majestad, Príncipe Zayn de Edimburgo.
Milfroyd, pásame con Harry.
El príncipe Harry de Gales, está atendiendo un asunto en este momento.
No me interesa que esté haciendo. —dijo Zayn, con poca paciencia. —Pásame con el, ahora.
Lo lamento, príncipe...
Pásamelo ya. No te lo voy a volver a repetir, si se enoja, va a ser mi responsabilidad. —dijo el pelinegro, haciendo que el hombre acepte, extendiéndole el movil al mayor de los hermanos.
¿Qué es lo que quieres?
¿Qué es lo que quiero? ¡Te llevas a Emma de Inglaterra por dos días y la matas en el camino! ¡¿Cómo puede ser que no te hayas dado cuenta?! ¡Ella vive contigo!
En primera instancia, Zayn, deja de gritarme. No eres quién para hacerlo, ten más respeto a tus superiores.
Escúchame, idiota. Si algo le llega pasar a Emma juro que te voy a matar. Cuando te vea vas a ir a visitar a tus padres. —amenazó Zayn con odio, haciendo que Harry, a hacer mención de sus fallecidos padres, se moleste de sobremanera.
No te tiene que importar lo que a ella le pase o le deje de pasar. Entiéndelo, ella es mi esposa, mi mujer y la futura madre de mis hijos. ¿Entiendes eso?
Le tocas un pelo, y ahí si que te mato.
¿Qué derechos tienes sobre ella? Dime, tu la amas pero... ¿Ella a ti? ¿Te ha dicho alguna vez "te amo"? —preguntó Harry, seguro de su respuesta. El tenía todavía, poca, pero tenía confienza en que Emma todavía no había traspasado los límites que juró en la Abadía de Westminster. Frente al silencio de Zayn, Harry continuó. —Eso pensé, así que deja de llamarme, deja a mi esposa en paz.
¿Qué derechos tienes tu sobre Emma más allá de los que te dio el Reino de Inglaterra?
Más de los que tienes tu. replicó ácidamente.
¿Y Emma? ¿Tiene más derechos sobre ti, de los que tiene Chrystalle?
Tu eres el que le metio toda esa basura en la cabeza a Emma, ¿no?—preguntó Harry, recordando que antes de salir a la cita con Emma, ella mencionó a la rubia.
Solo le dije la verdad.
Emma no tiene más derechos que Chrystalle. Chrystalle no tiene ningun derecho sobre mi, Emma... Los tiene todos. —soltó el castaño, cortando la llamada con su hermano.