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martes, 19 de marzo de 2013

Dramma Queen - Capitulo 16


Dramma Queen

Capitulo 16

Dirigidos por el empleado del hotel, llegaron hasta la Royal Suite, donde se encontraron con una habitación de unas dimenciones impresionantes, con tres camas de doble plaza, revestidas con mantas europeas, y localizadas en habitaciones estilos barroco. El baño, al igual que todo allí, era de marmol, y bien iluminado con un ventanal del lado derecho.
—Espero que su estadía aquí, sea grata y reconfortable, Su Majestad.
—Muchísimas Gracias. —respondió Harry, mientras Emma estaba embelezada observando con ojo de águila el lugar. Tocaba suavemente las colchas de la cama, las cortinas, los sillones y todo le parecía tan hermoso como su habitación en Buckingham. Ella se quedó alli, toncando la fina tela de las cortinas, y mirando por el enorme ventanal hacia el corazón de Viena. Su ciudad por derecho de nacimiento.
— ¿Te vas a quedar allí parada todo el día?
— ¿Qué? ¿Qué quieres? —preguntó Emma, dándose vuelta, y encontrándose con la mirada verdosa de el príncipe.
—Estamos de luna de miel, así que... —dijo este, acercándose a ella peligrosamente, mientras la chica lo observaba con temor en los ojos, como si de un león temible se tratase, y ella, era el pequeño e indefenso venado. Cuando hubo estado a menos de dos metros de ella, esta se movió bruscamente del lugar en donde estaba y cayó como un saco de papas sobre el colchón de la cama.
—Vaya, eres más directa que yo. —musitó él, viendo a la princesa recostada en la cama.
—Tócame un pelo, y juro que grito.
—Quédate tranquila... Vas a gritar.
— ¡Lo ves! ¡Eres un pervertido, violador! ¡Desde el día que te conocí! —gritó ella, parándose sobre la cama, y alejándose de el muchacho.
—Deja de gritar, es el hotel más caro de Viena, y como tal, el más elegante. Manten la compostura.
— ¡¿Compostura?! ¡Un pervertido quiere violarme! ¡No tengo compostura!
—Deja de gritar. —le dijo Harry, avalanzándose contra ella, y arrojándola de espalda a la cama, mientras que él estaba sobre ella.
— ¡Suéltame! ¡Cochino, psicópata violador! — volvió a gritar ella, mientras que con sus manos trataba de empujarlo, pero, como es obvio, la fuerza de ella no era nada a comparación de la de él, así que en un movimiento rápido, tomó sus manos y con solo una las sostuvo lejos de su cuerpo.
—Deja de gritar, niña loca. —le dijo Harry, cerca del rostro de ella. —No te voy a violar... No soy ningún pervertido. Además... —continuó, viéndola de arriba a bajo. —No hay mucho que ver aquí. —dijo despectivamente, mirándole el busto.
— ¡Cochino!
—Ya te digo... No hay nada que quiera tocar allí.
— ¡Eres un idota! —gritó enojada, mientras lo empujaba y lo ponía lejos de ella, y se levantaba bruscamente de la cama. Luego, salió de la habitación principal, para ir hasta donde se encontraba la cama.
— ¡Ven aquí! ¡Princesa de la histeria!
— ¡No pienso dormir con una persona tan repugnante! —le gritó, y luego de un portazo cerró la puerta de su nuevo cuarto.
— ¿Repugnante? ¿Ella me dijo repugnante? —se preguntó a si mismo, mientras iba hasta el cuarto de ella, y se dio cuenta que la llave estaba puesta.
— ¡Abre la puerta! ¡Te lo estoy ordenando, princesa!
— ¡Muérete! —le gritó ella, desde el otro lado de la puerta.
— ¡Soy tu esposo! ¡Esto es así! ¡Yo ordeno y tu acatas!
— ¡Cásate con una criada para la próxima! ¡Porque yo no voy a hacer lo que tu quieras, príncipe de pacotilla!
— ¡¿Pacotilla?! ¡Abre la puerta en este instante!
— ¡No! —le contestó, mientras iba hacia el baño que se encontraba en su cuarto, y abrió la ducha. Se quitó la ropa y se dispuso a tomar un relajante baño, tratando de olvidar la insesante voz de Harry desde el otro lado de la habitación.
Se quedó allí, dentro del baño, sentada en la ducha, apoyando la espalda contra la fría pared de marmol, tratando de no pensar en nada, y disfrutando de la vista que se podía apreciar por el ventanal de la ciudad de Viena. Eso la hizo sonreír, el pensar que todo lo que se podía observar por ese cristal era de ella. Era su reino. Pero a la vez, la hizo temblar. Era suyo, y como tal debía tener la responsabilidad de velar por el bienestar de todos aquellos ciudadanos de Austria, como de todo el imperio austrohúngaro. Así, cerró los ojos lentamente, acariciando su cabello y quitando todo restro de crema enjuague y jabón de su cuerpo.
Por otro lado, en el hall de la Royal Suite, se encontraba Harry, golpeando insesantemente la puerta de la habitación de la princesa, y como esta no abría, salió de la habitación y fue hasta el primer piso, donde en recepción, pidió la copia de la llave de la habitación este de la Royal Suite. El empleado, al tratarse del mismísimo príncipe de Reino Unido, no se negó ante la petición de este, y le entregó la llave. Y así, Harry fue nuevamente hasta donde se estaba hospedando y, cuidadosamente abrió la puerta del cuarto de Emma.
Ella, salió de la ducha, tomó una toalla y se la enrroscó al contorno de su cuerpo, para tomar la otra y escurrir su cabello. Cerró el grifo del agua y salió de la habitación de baño, para encontrarse con el príncipe, sentado tranquilamente, en su cama.
— ¡¿Qué haces acá?!
—Vaya, creo que me confundí... Tal vez si hay algo, un poco aunque sea, que quiera tocar allí.
— ¡Vete! ¡Vete en este mismo instante! —profirió ella, tapándose con sus manos la parte superior de su torso.
— ¿Por qué? Estamos casados. Legalmente y religiosamente, debo estar aquí.
—Juro que si no te vas, en el mismo lugar donde nos casamos, un día después, se va a celebrar tu velorio.
— ¿Sabes que es la decendencia real? —le preguntó, dejando con la piel pálida a la joven.
— ¿Sabes lo que es la esterilización artificial? —contratacó, con una sonrisa.
— ¡De acuerdo! ¡Me voy! ¡Eres insoportable!
— ¿Yo? ¡Tu, eres el insoportable! ¡Cochino pervertido! —le gritó fuertemente, mientras salía de su habitación, rumbo a la de él, y quedarse allí, mientras que Harry se quedaba con la de ella.
— ¡Ven aquí! —la llamó fuertemente el muchacho, mientras la tomaba del brazo fuertemente, y en un movimiento bruzco hizo que esta callera al suelo, y que su toalla cayera con ella.
— ¡Ahhhhhh! —gritó Emma, la cual se encontraba desnuda, tirada en el suelo. —Date la vuelta, date la vuelta. —le volvió a gritar, mientras el príncipe hacía lo que ella le decía, y se ponía de espalda. Ella trató de agarrar la toalla, pero, al dolerle su cintura, no podía alcanzarla. —Trata de alcanzarme la toalla... ¡Pero no veas nada!
Y así, Harry se agachó en el suelo, dándole la espalda a la chica, mientras que tanteaba el suelo en busca de la toalla, al encontrarla, girándose, pero con los ojos cerrados, le extendió la toalla a la chica. Una vez que la tuvo en sus manos, se la enrroscó como pudo en el cuerpo, y trató de levantarse, pero, se había golpeado tan fuerte en la cintura, que no podía levantarse.
— ¡Ayúdame! —le pidió Emma, con lágrimas a punto de salir.
— ¿Ahora qué?
—Me duele mucho aquí. —dijo ella, tomándose la cadera. —No puedo levantarme.
— ¿Sigues desnuda?
—No, tengo la toalla.
—Bueno, quédate quieta que me voy a girar y abrir los ojos.
—De acuerdo. —y al decir aquello, el muchacho se giró suavemente, para encontrarse con la muchacha tirada en el suelo, con un semblante dolido. Él, rodando los ojos, se agachó a su altura y colocó su mano en la cintura de ella, y en un movimiento rápido la levantó del suelo, a lo que ella colocó sus brazos en el contorno del cuello de él.
—Ves... Te cargo como toda una novia.
—Cierra el pico. —le respondió ella, secamente.
—No me molestes, o te tiro. —le amenazó, mientras ella escodía su rostro detrás del hombro de él.
—Ok, ok. Soy buena.
—Así me gusta, una chica domesticable.
—Cierra el pico. —repitió, cruzando sus delgados brazos detrás del cuello de él. Harry, la llevó hasta la habitación en donde anteriormente se encerró ella, y la depositó delicadamente, con temor a herirla, en el suave colchón. Luego, sin decir nada, salió de la habitación rumbo a la suya, donde tomó el equipaje de ella, y se lo llevó hasta la segunda recámara.
—Toma... Vístete. —dijo, semi-ordenándoselo, dejándole la valija a su costado, mientras el muchacho se iba de la habitación cerrando la puerta detrás de él.

1 comentario:

  1. Hola.. llevo leyendo tu novela jeje
    La ultima vez lei el capitulo ocho y hace poco me di cuenta de que has subido muchos más jeje..
    Quiero decir que me encanta :) Adoro a Emma jejej y está comenzando a gustarme harry.. tengo mucha intriga jeje un abrazo.. que estés bien! :D

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