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miércoles, 20 de marzo de 2013

Dramma Queen - Capitulo 18




Dramma Queen
Capitulo 18

— ¿Estás vestida?
—Espera un minuto. —le contestó Emma, desde su habitación. Y así fue, en un mintuo salió de su habitación ya lista. Con un maquillaje suave en su rostro y el cabello en un estilo natural, con sus bucles cayendo en cascada. Llevaba puesto un vestido blanco crackeado en negro, con mangas cortas y un cinto debajo del busto, con zapatos de tacón a composé y un pequeño bolso. { http://www.polyvore.com/mango_kate_moss/set?id=45381361 }
—Por fin sales, vamos. —dijo el príncipe tomando del brazo a la chica y arrastrándola fuera de la Royal Suite. Así llegaron a la limusina negra de lujo, que los llevaría a su destino. La noche estaba despejada, y las brillantes estrellas decoraban el oscuro firmamento. Mientras que la hermosa ciudad de Viena lucía en todo su esplendor por su bella arquitectura y su olor tan peculiar, como a romero o algo más suave. Mientras el chofer los llevaba a su destino, y Emma se encontraba absorta observando la hermosura de su reino, Harry también observaba algo obsorto, pero no precisamente a Viena, si no a Emma, la cual estaba radiante, sencilla, natural y simplemente hermosa. El viaje duró una media hora, y en ese tiempo, Harry solamente tenía ojos para la muchacha, la cual se encontraba ajena ante los vistazos tan penetrantes del heredero de la corona inglesa.
— ¿Qué es esto? —preguntó Emma, una vez que se encontraban frente a tal imponente edificio.
—Este es el Burgtheater, el teatro imperial de la corte. —comentó Harry, tomándole la mano a Emma, y poniéndola al contorno de su brazo, mientras caminaban por la pulcra alfombra roja, mientras los flashes cegaban a la feliz pareja recién llegada. Al ingresar al teatro de la corte, se encontraron con las lujosas y elegantes escaleras revestidas de otra alfombra roja, que daba a una de las salas de concierto más grandes del recinto.
En el palco del auditorio, se hayaban sentados el príncipe de Inglaterra y la princesa de Austrohungría, esperando a que la obra comenzara.
— ¿Qué vamos a ver?
—El rapto en el Serallo.
— ¿Eh?
—Es una obra clásica, de tres actos, escrita por Bretzner y con música de Mozart.
— ¿Mozart? ¿No está muerto?
—Ay por dios, eres más tonta de lo que creía un minuto atrás. —dijo Harry, negándo con la cabeza, mientras Emma fruncía el ceño, la muchacha se giró, dándole media esplada, mientras su esposo reía ante su comentario.
—Mozart es el maestro del clasicismo, es uno de los músicos más destacados e influyentes de la historia. Además, nació aquí, en Austria.
—Y... ¿por qué venimos a ver esto?
—Porque este teatro es parte del patrimonio de la familia real.
— ¿Es mío?
—Así es, princesa interesada. —comentó Harry, haciendo que Emma frunciera el ceño. —Ahora, cállate. Que la obra está por empezar. —luego de ello, las luces se empezaron y el suave tocar del violín comenzó, para luego darle paso a toda la orquesta.
— ¿En qué habla? —preguntó en un susurro Emma, cuando dos actores se encontraban en el medio del escenario.
—Alemán. —le contestó el muchacho. — ¿Estás triste aún, querida Constance? ¡Siempre llorando! —le tradujo el muchacho en el oído de la princesa. —Esta bella noche, esta encantadora música. Mi sentido amor por ti. ¿No hay nada que pueda sosegarte, que por fin te conmueva el corazón? Compréndelo, yo podría ordenártelo, podría forzarte. Pero no lo haré, Constance.Quiero que me entregues tu corazón por propia voluntad, por propio convencimiento. Oh, pero si pudiera corresponder a tu amor, pero... Entonces, Constance, ¿que es lo que te lo impide? —y así, continuó traduciéndole toda la obra, en el oído de ella, vagamente, sin hacerse notar ante los espectadores de esta charla sin fin.
—Le juré fidelidad a mi amado, y con ello, le di todo mi corazón. —le dijo Harry, traduciendo lo que la mujer estaba cantando. — ¡Pronto se desvaneció mi felicidad! La separación fue mi destino terrible. Y ahora, mis ojos nadan en llanto. Y ahora el dolor remueve mis entrañas. —dijo, mientras la mujer terminaba de cantar y se retiraba tras bambalinas. Y allí, mientras el Bajá canta, Emma va cayendo lentamente en un sueño profundo, con la melodía clara y baja, acompañada por la voz fuerte, pero no por eso menos dulce que el hombre profesaba, haciendo caer en sueños a la bella princesa.
Luego de quince minutos de obra, estando ya por finalizar el segundo acto, el príncipe Harry nota el silencio de Emma, algo muy extraño en ella, ya que habla tanto como respira, y al girarse, puede ver perfectamente dormida a la heredera del trono austríaco, apoyada incómodamente en la butaca del palco. El príncipe Harry le da un codazo suave para despertarla, pero la chica no se inmuta ante tal gesto, así que, dejando la sutileza de lado, la golpea salvajemente en el costado, mientras la chica, por el dolor, abre los ojos soltando un alarido.
— Shhhh... ¡Cierra la boca! —le dijo el chico, fuertemente, pero lo suficientemente audible para que ella sola lo escuchara.
— ¿Qué? ¿Qué pasa?
—Despiértate, tonta.
—Si, si... Ok. —comentó con voz somniolienta, mientras la muchacha, a los minutos de haber sido sacada del sueño por su marido, vuelve a dormirse, ahora, apoyada en el hombro del príncipe. Este, la mira con un tanto de bronca, y la vuelve a mover, pero esta vez, ella ni se inmuta, todo lo contrario, se acomoda más en el hombro del chico, hasta llegar casi a su pecho. Harry, la observa detenidamente, mirando cada razgo de sus facciones izquierdas, viendo como la princesa descansa calmadamente en su pecho, bajo la música de Mozart. Durmiendo calmadamente.
Una vez que la obra terminó, los aplausos del público se hacen notar, y es ahí donde el príncipe deja toda sutileza de lado, y la despierta bruscamente, haciendo que Emma casi caiga de la butaca, siendo detenida la caída, por el brazo de él.
La orquesta, el director y los actores, se encuentran en el escenario, en el saludo final, mientras ambos protagonistas, se colocan frente a todo el grupo de trabajo, y piden un momento de silencio al público. La mujer y el hombre dicen unas palabras, señalando el palco donde Emma y Harry se encontraban, mientras todo el mundo, posaba la mirada en la pareja real. Harry, sonríe amablemente, a lo que Emma imite su acto, sin saber lo que los actores habían dicho. El príncipe, contesta a sus palabras cortamente, mientras la pareja de actores, inclinaba su cabeza.
— ¿Qué dijeron?
—El placer más grande de mi vida, fue el que me hayan convocado para actuar en el Teatro imperial austríaco, y ese placer, se transformó en honor, al actuar frente a la princesa de Austro-Hungría, y al príncipe de Gran Bretaña.
—Oh, que amable. —dijo Emma, con una sonrisa. —y tú... ¿Qué le has dicho?
—Que sus interpretaciones fueron majestuosas, ante los ojos de la princesa, la cual, desearía ser Constance en estos momentos.
— ¿Qué? ¿Por qué? —preguntó Emma, pero el muchacho no le contestó.
Al salir del auditorio, fueron hasta la limusina, el cual los llevó directo al hotel, donde Emma se fue hasta su habitación, se colocó el pijama dispuesta a dormir. Pero antes, fue a la heladera que se encontraba en la estancia de descanso del hotel, y allí se encontró con Harry, el cual estaba sentado en la mesa principal. Ella, sin decir una palabra, se sirvió un vaso de agua, y tomó la mitad de un suspiro, para luego ir hasta la puerta de la estancia. Pero allí, recordó las palabras del príncipe en la obra, y se detuvo para hacerle frente.
— ¿A qué te referías con que yo desearía ser Constance?
—Lo sabrías, si no te hubieras quedado dormida en la mitad de la obra.
—Lo siento, es que la música clásica me da sueño.
—Como sea, si alguien te veía dormida, juro que te tiraba del palco.
—Siempre tan dulce, pero de verdad. ¿A qué te referías?
—A que tu, quisieras ser Constance por su final felíz, pero déjame decirte princesa, yo no soy el Bajá, y tu no eres Constance. —comentó el muchacho, tomando su vaso de agua, y saliendo de la improvisada cocina. Emma se quedó allí, parada, sin saber que responder, para luego irse a su cuarto, y descansar para el próximo día.

Nota del Autor: La historia narra cuando el Bajá, rapta a Constance porque está enamorado de ella, pero ella, ama a otro hombre. La historia se desembuelve, y el Bajá, deja ir a Constance con su verdadero amor. Lo que Harry dice, es que él no es como el Bajá, que él no va a dejarla escapar, con su amor, lo que él supone, es Zayn.

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