Blinking Cute Box Panda

domingo, 17 de marzo de 2013

Dramma Queen - Capitulo 13


Dramma Queen

Capitulo 13


— ¡Emma! ¡Cariño!
— ¡Mamá! ¡Es tan bueno verte! —dijo la castaña, abrazando a la mujer, suavemente.
—Te he echado tanto de menos, preciosa.
—Yo también, má. —contestó ella, abrazándola. — ¡Papá! —gritó separandose de su abrazo, y corriendo hacia su padre, el cual, sonrió abiertamente al verla.
—Mi princesa. —musitó el, sonriendo.
— ¡Emma! ¿Eso que tienes allí es de verdad? —preguntó, señalando el collar que tenía puesto en su cuello.
— ¡Cállate, Nacho! —lo regañó Sofía.
— Emperador, es un honor. —dijo la mujer, la cual estaba sentada al lado de Emma con anterioridad.
—Un gusto. —contestó el hombre, inclinando levemente su cabeza, mientras abrazaba a Emma por los hombros.
—Abuelo. —musitó Emma en el oído del hombre, con delicadeza.
— Vera... Podríamos juntarnos luego para terminar el vestido.
—Por supuesto, princesa. Yo ahora voy a seguir trabajando en él. Con permiso. —contestó la mujer, inclinando su cabeza, y dejando la habitación.
—Esa... ¿Esa era Vera Wang?
— ¡Carolina! —gritó Emma, lanzándose a los brazos de la pelinegra, la cual, la abrazó con fuerza.
—Emmita, tanto tiempo. —dijo ella.
—Carolina, no te veo hace una semana más o menos.
—Para mi es mucho tiempo. La última vez que te vi, estabas ayudando a la hermana Josefa con los niños de la isla, y ahora, eres la futura princesa de Inglaterra y la princesa de Austro-Hungría.
—Cierra la boca, fea. —le dijo la chica, abrazando a su amiga.
—Permiso, Su Alteza.
—Señorita Allison. —anunció con seriedad Emma.
—Princesa, tenemos que ir a la sala Oeste. Son las tres en punto de la tarde. El profesor de Relaciones Internacionales se encuentra allí.
—De acuerdo. —asintió la princesa. —Debo irme, pero a las cinco de la tarde es la hora del té, vayan a la sala Norte donde está el salón de Su Majestad. La Reina los va a esperar anciosos, con los príncipes.
—De acuerdo, Em. —contestó su padre, sonriendo.
—Hasta luego.

*        *        *

—Buenas tardes. —saludó el príncipe Harry, en una reverencia a la familia y amigos de Emma.
—Un placer, Su Majestad. —contestaron, torpemente todos, menos el Emperador.
—Un placer, señores. Su majestad. —saludó al emperador.
—Príncipe. —contestó con un saludo seco.
Emma se encontraba sentada al lado de Harry, como era usual, mientras que frente a ellos se encontraba el príncipe Zayn. En el lado izquierdo de Harry estaba la Reina, y frente a esta el Emperador de Austro-Hungría, y a su lado, el padre y madre de Emma, y luego su hermano y Carolina. Emma se encontraba absorta, como era usual a la hora del té, donde solo contestaba lo que se le preguntaba y con la persona que más dialogaba en esa hora era con Su Majestad, la Reina. Después, con Harry no compartía una palabra, y con Zayn, ni siquiera se miraban.
Luego del martes por la tarde, cualquier relación de amistad que había entre ellos quedó completamente arruinada, luego de lo sucedido.
— ¿De verdad vas a casarte? —preguntó Zayn, cuando la diseñadora Vera Wang se retiró de la estancia.
—Ya te lo dije, Zayn. Si no, no estaría acá.
— ¿Tanto te gusta Harry?
—Sabes que no es eso.
— ¿Entonces? ¿Tanto te gusta el dinero? ¿O es más que eso? —preguntó el muchacho de mirada olivácea. — ¿Tanto te gusta el poder? ¿No te basta con ser princesa heredera del Imperio Austro-Húngaro? ¿También quieres ser princesa del Reino Unido? Cuando te conocí nunca hubiera dicho que eras una arrastrada, pero ahora, me lo pensaría dos veces. —comentó con malícia el muchacho, mientras las lágrimas de apoderaron de los ojos de la muchacha. Y por inercia, ante tal insulto, la muchacha levantó la mano para agredirlo, pero, una mano se posó en la muñeca de ella, evitando el golpe.
—No ensucie sus manos, Alteza. Haga oídos sordos ante los comentarios vacíos y sin sentido. —le pidió Harry, con suavidad. —Y tú, ten más respeto al dirigirte a mi prometida, la futura princesa de este reino. Y la futura Reina del país. —dijo el castaño, tomando la mano de la muchacha, y tirándola con el, haciéndola caminar al lado opuesto en donde estaba Zayn.
— ¿Estás bien?
— ¿Desde cuándo te preocupa como estoy?
—Oh vamos, estoy tratando de ser condecendiente.
—Pues no lo seas. —contestó ella, de mala gana.
—Sé que hubieras preferido que fuera otro... Pero lo lamento, el príncipe heredero soy yo.
—Por supuesto que hubiera preferido que fuera otro, cualquiera, menos tu.
—Mala suerte, porque el destino de tu imperio, depende de mi "acepto" en la inglesia. —contestó de mala gana, saliendo de allí.

*        *        *

— ¿Princesa? ¿Me escucha?
— ¡Oh! Disculpe, Alteza. ¿Qué me decía?
—Le preguntaba, princesa, si ya está terminado el vestido.
—Todavía no. La diseñadora está terminando el vestido de novia. Faltan un par de cosas todavía.
— Que emoción, verla vestida de novia, princesa. Va a ser el acontecimiento más grande del año. Qué digo del año, de la década. Del siglo. —musitó la Reina, con una sonrisa de jovialidad. —La unión del príncipe del Reino Británico y la princesa del Imperio Austro-Húngaro. ¡Qué felicidad me alberga!
—Es un placer escuchar sus palabras llenas de felicidad, Su Alteza.
—Por supuesto, joven príncipe. Una esposa así, no la va a encontrar ni en un millón de años.
—Estoy seguro que no, Majestad. —contestó con tranquilidad el príncipe.



No hay comentarios:

Publicar un comentario