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miércoles, 17 de abril de 2013

Dramma Queen - Capítulo 36


Dramma Queen
Capítulo 36

Con un vestido rosa oscuro largo hasta los pies con corsé, de fiesta, el cabello suelto y zapatos de tacón, Emma bajó las escaleras del Castillo de Windsor. { http://www.polyvore.com/blair_waldorf/set?id=47172569 }
¿Dónde piensas ir así vestida?
¿No que era la fiesta de un presidente o algo así?
Es un Emperador, justamente... Ve a cambiarte ahora de ropa.
¿Por qué? Es lindo. —dijo Emma, con una sonrisa.
¡Ve! —le ordenó Harry, mientras esta, como una niña pequeña, frunció el ceño y caminó escalera arriba golpeando el suelo fuertemente con sus zapatos. Luego de unos cuentos minutos, luciendo una pollera amarilla, una remera sencilla amarronada, mientras que arriba de sus delicados hombros caía una chaqueta negra, que iba a composé con los zapatos de tacón, Emma bajó las escaleras con una sonrisa en el rostro { http://www.polyvore.com/blake_lively/set?id=46580349 }
¿Ahora?
Pasable. —dijo sin mucho interés el muchacho, haciendo molestar a la chica, pero sin más preámbulos, ambos fueron a la limusina que los dejaría en el salón de fiestas. Allí, con su típica decoración clasisita, elegante y poblado de las personas más importantes de Londres, y otras más de Europa y Asia, los príncipes entraron al salón, siendo anunciados por el pregonero del lugar. Todos, dieron sus formales saludos a la pareja real, los cuales fueron a saludar al anfitrión de la noche.
Su Majestad Imperial, Emperador Akihito. Es un honor por fin conocerlo.
Su Majestad, Príncipe Harry de Gales. Muchísimas gracias por venir.
Gracias a usted, Majestad, por invitarnos. Felicidades. —contestó el castaño, con una sonrisa educada. —Ella es Emma de Gales, mi esposa, princesa del Reino Británico y el Imperio Austro-Húngaro.
Es un placer conocerla princesa, el mundo entero habla de usted.
Ay que vergüenza. —dijo ella, con una sonrisa tímida. —Mucho gusto en conocerlo, señor. —dijo, lo más educado que pudo.
El gusto es mío, Majestad.
Ah, se me olvidaba decirle, Señor Emperador. —musitó ella, mirándo al hombre de edad avanzada. — ¡Feliz Cumpleaños!
Muchas gracias, Su Alteza. —dijo el hombre, riendo ante las palabras tan sueltas de la joven. —Es bueno ver un espíritu alegre, entre tantas personas viejas, ¿sabe, princesa? Es la primera que me ha dicho feliz cumpleaños.
¿La primera? Pero si es su cumpleaños, es obvio que todo el mundo debe decirselo.
Todos me dicen: Felicidades, le deseo lo mejor, muchísima prosperidad, le deseo mucha fortuna. Pero nadie, hasta usted, me lo ha dicho. Gracias, Alteza.
No, de nada, Emperador.
¿Le puedo pedir un favor, joven princesa?
Por supuesto, lo que quiera.
Voy a estar toda la cena rodeado de viejos, la verdad, sería bueno tener un alma joven entre nosotros. ¿No me acompañaría a cenar esta noche? Y por supuesto, acompañada de su marido, si no le molesta.
¡Ay, muchas gracias! Claro que si, sería un honor.
Entonces, adelante, príncipes. —dijo este, mientras la muchacha, y el joven príncipe, junto con el anciano de ojos pequeños, caminaban hacia la mesa central. Allí, se encontraban su Esposa, la Emperatríz Michiko, sus dos hijos los príncipes Naruhito y Fumihito y su hija la princesa Sayako, junto con sus nietos, la princesa Toshi, Mako, Kako y el príncipe Hisashito. Todos le dieron la bienvenida, mientras Emma se sentaba al lado de la princesa Mako, y junto a ella, el príncipe Harry.
¿Cómo te llamas? —le preguntó Emma, mientras las conversaciones entre todos se iban dando a corde a la celebración, y los grandes charlaban con los grandes (Harry en ese grupo) y los chicos con los chicos (los príncipes y princesas del Japón junto con Emma)
Mako, y usted es la princesa Emma de Gales. ¿Verdad?
Así es, y ustedes, ¿cómo se llaman?
Soy Kako, la hermana de Mako, y el es Hisahito, mi hermano, y ella mi prima la princesa Toshi.
Un gusto, princesa Emma de Gales. —dijo la niña de unos diez años.
El gusto es mío, Toshi. Pero dime Emma, diciéndome así me haces sentir más vieja. —comentó riéndo, haciendo que los demás rian con cautela y sobriedad.
Adoro eso que lleva puesto, princesa. —dijo Kako, mirando las ropas de Emma.
Muchas gracias, es el segundo "look" que me puse, ya que había elegido un vestido precioso rosa, pero Harry me dijo que no. Ese era más bonito.
¿Usted elige su propia ropa?
¡Claro! Tengo a Fémina, Eva y Allison, las chicas que están conmigo siempre, que me ayudan, pero la ropa vamos a comprarlas todas juntas. Además, adoro ir de compras.
Vaya, usted si que tiene suerte.
¿Por qué? ¿Tu no eliges tu propia ropa?
No, claro que no. Debemos usar la vestimenta acorde a las tradiciones, y mayormente, es la Emperatríz o la Princesa Madre quien elige nuestras ropas, o, nuestras criadas.
Oh pero... Es tan lindo comprar ropa. —dijo Emma, con melancolía. — Que tal, si un día vamos juntas de compras.
No lo sé, princesa Emma. No creo que nos dejen.
Pero, sería una salida de chicas.
¿Salida de chicas? —indagó Mako, la muchacha de tez pálida, ojos razgados y cabello corto negro, la mayor de los hermanos, con la clásica corona de princesa sobre su cabeza, y un anticuado vestido blanco largo hasta los pies, habló.
¿Nunca fuiste a una salida de chicas? —preguntó estupefcta la castaña, al ver el rostro de desconcierto de Mako, Kako y también de la pequeña Toshi, mientras estas negaban con la cabeza. —Una salida de chicas, es solo eso, solo chicas. Entonces, salimos, vamos de compras, a comer, tomamos un helado, charlamos de cosas...
¿Cosas?
Claro. Ropa, maquillajes, perfumes, de la farándula, de chicos, y esas cosas.
Vaya, suena bastante divertido, Su Majestad.
Así es, es supermega divertido. Entonces, que tal si, si se quedan más tiempo en Londres, podríamos hacer una salida de chicas.
Lo lamento, princesa Emma, no creo que nuestro padre, el príncipe Fumihito, nos deje hacer ese paseo.
¿Por qué no? Seríamos solo nosotras, nadie más.
Es que el es bastante... Estricto, ante las salidas fuera del palacio o fuera de la restricción de la Casa Imperial.
Bueno, hagamos una cosa. Luego de la fiesta de tu abuelo, yo le preguntó a el y a tu madre, si las dejan. ¿Si?
Princesa Emma, no creo que usted logre...
Tonterías, vas a ver que me deja. —dijo ella, con una sonrisa. —Y deja de llamarme por usted, solo Emma. ¿De acuerdo?
De acuerdo prince... Emma. —se corrigió Mako, con una sonrisa.
¿Princesa Emma? —indagó el Emperador, obserbando a la joven. —Cuéntenos, a que se dedica en estos momentos.
Bueno, Su Majestad, voy a la Universidad de Cambridge, allí estudio Historia.
¿Historia? Vaya, algo bastante extraño que una princesa estudie. Y dígame, ¿qué rama de la historia es su preferida? —preguntó el hombre, mientras las princesas hablaban con su madre, el príncipe Harry con los príncipes herederos, la princesa consorte (esposa de Naruhito) con la princesa imperial (hija del emperador) y su madre, hablaban en cuchicheos, y los más pequeños hablaban, o mejor dicho, reían, de quien sabe que disparatés de pequeñuelos.
Lo que más me gusta es la historia Europea y la Asiática.
¿De verdad? ¿No me está mintiendo, princesa?
Por supuesto que no, Emperador. Sería incapaz de una cosa así.
Y dígame, de nuestra historia, que es lo que más le gusta.
Lo que más me gusta, es sin duda, la familia real.
¿En verdad, Princesa de Gales?
Así es, es que... Amo todo lo que tenga que ver con las casas reales o imperiales de los diferentes países. Y la de Japón me encanta, es que, adoro la cultura japonesa.
Pero usted, no es ni europea, ni japonesa... ¿O me equivoco?
No, Emperador, no lo hace. —contestó Emma, sonriendo. —Nací en Buenos Aires, Argentina, pero, al mi abuelo haber nacido en Austria, y el haber sido el último decendiente real, yo tengo la nacionalidad Austríaca, y por casarme con el Príncipe Harry, también la ciudadanía inglesa.
Comprendo, comprendo...
Pero, debo ser sincera, más que la europea, me gusta la asiática. Adoro todo de su cultura. Me acuerdo que cuando vivía en Buenos Aires, iba bastante seguido al Jardín Japonés. Amaba ver los enormes parques, las plantas, los pecesitos de colores.—dijo ella, recordando que la última vez que estuvo allí, fue con Zayn, y esto, la hizo sonreír.
¿Le gustan los peces?
Claro que si, adoro a todos los animales. Pero los pecesitos allí, son distintos. Son, especiales. No lo sé, adoraba pasar horas alimentandolos. ¿A usted, Emperador, le gustan los peces?
Por supuesto, joven princesa. He estudiado de ellos toda mi vida, es mi gran pasión.
¿De verdad?
Así es, es algo que me apasiona realmente. Y los peces que seguramente usted vio en ese Jardín fue un pez Koi. Realmente bonitos.
Es muy lindo, son animalitos hermosos. Sus colores, sus formas, son muy bonitos.
Y complejos, si usted supiera lo especiales y complicados que esos animales son.
¿De verdad?
Así es, mire, los peces Koi... —y así el emperador estuvo hablando de peces con Emma por más o menos una hora, y cuando el emperador se calló, la princesa, recordó a las princesas japonesas.
¿Emperador? ¿Puedo pedirle algo si no es muy mal educado de mi parte?
Dígamelo, Joven princesa de Gales, y trataré de ayudarla en lo que pueda.
Mire, Emperador, lo que pasa es que estuve hablando con Mako y Kako hace un rato, y me han dicho que jamás hicieron una "salida de chicas", entonces, le quería preguntar, si usted las dejaría hacer esa salida conmigo.
¿Salida de chicas? —preguntó el hombre, un tanto confundido.
Claro, salir a comprar ropa, comer algo, charlas sobre cosas de chicas, esas cosas... Usted sabe, adolescentes charlando. —comentó la princesa con una sonrisa.
¿Solo usted princesa, con mis dos mayores nietas?
Así es, sería algo sano, lo prometo. Solo comprar ropa, comer algo y volver de nuevo, si quiere, al Palacio de Kensington, donde ustedes actualmente se alojan, o si no, al Castillo de Windsor, donde el principe Harry y yo vivimos.
De acuerdo, princesa Emma. Si usted me promete que va a ser cuidadosa y recatada con ambas princesas, yo no tendría ningún problema en aceptar. Deje que hable con mi hijo, el príncipe Fumihito, padre de ambas princesas.
Claro, muchisimas gracias. Emperador.
De nada, joven princesa.
Lamento interrumpirlos. —dijo la Reina, con su típica sonrisa educada y fina, con sus ropas elegantes haciendo que el emperador, observara a la mujer, y se parara de su asiento (como todos los demás), para saludarla como una Soberana se lo merecía.
Es un placer tenerlo aquí, y felicidades. Su Majestad Imperial, Emperador Akihito.
Muchísimas gracias, Su Majestad Real.
Es un placer ver a toda la familia imperial del Japón en un día memorable como este. —musitó la mujer, saludando con un gesto, a todos los allí presentes. —Espero que mi nieto, el príncipe Harry de Gales, y su consorte, la Princesa Emma de Gales, hayan sido cordiales y respetuosos con ustedes.
Por supuesto que si, Su Majestad. La cálidez de esta joven pareja es extraordinaria, y la princesa Emma muy grata en la charla. —dijo el anciano, haciendo sonreír a la castaña.
La velada, o mejor dicho, la "fiestamásaburridadelahistoria", para Emma, llegó a su fin, tras la positiva del Emperador Akihito, de que al día siguiente, la princesa Mako y Kako iban a estar al medio día en el Castillo de Windsor para "la salida de chicas", como el emperador prometió.


2 comentarios:

  1. Nunca habian tenido una salida de chicas?? Auc!!! En definitiva el cap estubo buenisimo, amo la nove, siguela, esperare el prox cap kisis!!!! Jajajaja bye!!!!

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    1. gracias soffi, me alegro muchisimo que te haya gustado c:

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