Dramma Queen
Capítulo 30
—Pobrecita, mi chiquita. —dijo Sofía, en la sala de su casa en Buenos Aires.
—Emma es una tonta... ¿Cómo se atreve a engañar a ese churro?
— ¡Carolina! ¡Ella no hizo tal cosa!
—Claro que si, lo sacó del lado materno de la familia. —Dijo Eleonora, la tía de Emma.
—Lávate la boca, antes de hablar de mi hija en ese tono.
—Por favor, no peleen. —trató de calmar las aguas Gustavo, el padre de Emma, mirando hacia el abuelo, y luego hacia su hermana.
—Es que... ¿Cómo pudo hacer una cosa así?
—Tali, ella no hizo nada. Emma sería incapaz de una cosa tan baja como esa.
—Tal vez, le gusta más el otro príncipe que ese. —dijo Nacho, hablando por vez primera.
—Harry es su esposo, a ella no le puede "gustar" otro que no sea el.
—Zayn está para comérselo. —dijo Carolina, mirando una foto del pelinegro que aparecía en la televisión. —Aunque sigo prefiriendo al otro potro.
— Deja de hablar así, Carolina.
"—El príncipe Harry de Gales acaba de entrar a la sala, pidiendo silencio y saludando a los presentes.—" dice la voz en off de la periodista.
—Buenos días, soy Harry Arthur David Alexander príncipe de Gales, caballero de la orden de la jarretera, duque de Rothesay, barón de Carrickfergus y conde de Bristol. Quiero, antes que nada, agradecerles a todos ustedes por estar aquí ante mi llamado. Muchísimas gracias. —dijo el príncipe, mirando al frente. —Esta es la primera vez que la princesa Emma va a dar una conferencia de prensa ante el pueblo inglés, por favor lo que pido ante todo es respeto. —prosiguió el castaño, mientras Emma, con un vestido negro cerrado con tul, corto, sin mangas, zapatos de tacón cerrados a composé, y una chaqueta que le llegaba hasta por arriba de la cintura, a lo que cientos de flashes se posaron en ella. { http://www.polyvore.com/olivia_palermo/set?id=48514160 }
—Tranquila. —le susurró Harry en el oído, a lo que ella sonrió dulcemente. El muchacho bajó del estrado y se colocó a un costado de la sala, donde se hayaban los empleados y la gente de seguridad.
—Buenos días a todos, soy Emma Ana Sicilia Isabel Habsburgo-Lorena, Princesa imperial de Austria, princesa Real de Hungría, Bohemia, Croacia, Eslovenia, Dalmacia, Galicia y Lodomeria, pero, en casa todos me llaman Emma, o Emu o Emmita como quieran.—dijo la muchacha, haciendo que algunos presentes soltaran unas risas. — Como dijo el príncipe Harry, pero esta vez quiero ser yo, la que les agradece por estar acá y dejarme hablar ante ustedes, y todo el mundo. Se que todo el mundo ha visto esas fotos en donde el príncipe Zayn y yo salimos, y quiero explicar, para que no se genere ningún tipo de confución.—explicó la princesa, delante del micrófono. — ¿Si? —preguntó la princesa, mirando a un periodista.
— ¿Tiene una relación paralela con el príncipe Zayn? ¿O esa relación empezó antes del casamiento con el príncipe Harry?
—No, claro que no. El príncipe Zayn y yo somos solo amigos, nos conocimos en Buenos Aires, en la Universidad. Y desde allí que somos amigos, y como amigos el trató de ayudarme y consolarme como amigo que es. Verán... Supongo que ustedes han visto las fotos tan... Vergonzosas que me sacaron en la Universidad de Cambridge, donde alguien me hizo una de las peores maldades que me han hecho, y para ser sincera, estaba muy triste y Zayn quiso animarme de alguna manera, y salimos a pasear por Londres, ya que no conozco muy bien la ciudad. Fuimos a compar ropa, tomamos algo y... Nada más. Solo como amigos, pero la gente interpretó cualquier cosa.
— ¡Princesa!
— ¿Si?
— ¿Cómo explica el que no le haya avisado de su salida con el príncipe Zayn a ninguna persona del palacio?
—Porque no nos iban a dejar salir, y... Es mi responsabilidad, me hago cargo completamente por todo y lamento lo que pasó, pero en realidad no pasó nada. Lo único fuera de lugar es haber salido del palacio sin permiso, y de verdad, siento mucho todo este problema que le he ocacionado a la familia real.
—Princesa... ¿Es verdad el rumor qué usted ha planeado fugarse del palacio?
— ¿Qué? Claro que no.
—Pero se ha circulado el rumor de que usted se siente muy precionada en el castillo y que quería irse del país y volver a Argentina.
—Eso es verdad, me siento presionada en el palacio porque... Siento que no soy capaz de hacer todo lo que me piden que haga, aprender tantos idiomas, tantas culturas de tantos países distintos, es... Demasiado difícil y me sentía incapaz de hacerlo, pero luego de hablar con alguien que me ayudó muchísimo a entender, que no importa cuanto te cueste algo, tienes que perceberar y sé que me voy a sentir orgullosa cuando lo logre, porque me ha costado mucho. Así que... No, no planeo darme por vencida, porque yo vine aquí por mi familia, pero también, para hacer algo importante, hacer algo por las personas. ¿Saben? Nosotros somos capaces de cambiar la vida de las personas, depende de nuestras decisiones si es de forma negativa o positiva, y en verdad, espero que sea la segunda. Voy a trabajar duro para que así sea, por Reino Unido y por Austro-Hungría. —contestó Emma con una sonrisa.
La conferencia de prensa se dio por finalizada, mientras Emma se dirigía hasta donde estaba Harry, el cual, sonreía abiertamente ante la muchacha, la cual, tenía una sonrisa radeante, llena de felicidad en su rostro.
— ¿Lo he hecho bien?
—Te veías un poco petiza en la cámara...
— ¡Harry! —gritó ella, golpeando el brazo. —Hablo de lo que dije.
—Ha eso... Creo que te inspiraste en alguien.
—Así es, me copié un poco ¿no? —preguntó ella, sonriendo.
—Lo has hecho increible, felicidades. —dijo el chico, mientras Emma lo abrazaba cálidamente y segundos después, el correspondía al abrazo.
* * *
— ¡Hola, bebé! ¡¿Cómo ha estado el principito más bonito de este mundo?!
—Tratas mejor al perro que a mi.
—El me trata mejor que tu. —dijo Emma, mirando a Harry, el cual fruncía el ceño, haciendo que la castaña riese. — ¿Como estas Harry? ¿Estuviste mucho tiempo solito sin mamá?
— ¿Sabes que mi abuelo se llama igual que su padre? Ahora ya no le puedo poner igual que yo a mi hijo, se lo has puesto a tu perro pulgoso.
—En primera: no tienes hijos para ponerles nombre. Segunda: no le digas perro pulgoso, él entiende.
—Todavía no tengo hijos, es verdad, pero... ¿sabes, una de las obligaciones fundamentales de una princesa? La desendencia real.
— ¡Cállate! ¡Cochino! —dijo Emma, golpéandolo en el brazo, haciendo reír al castaño, y, de un momento a otro, Harry comenzó a hacerle cosquillas a Emma la cual se retorcía en carcajadas por aquel hecho, y así, Harry (perro) se emocionaba ante la diversión de ambos, y sin más, saltó hacia los príncipes, botando a Emma al suelo, y luego al muchacho.
— ¿Estás bien? —preguntó el chico, mientras miraba fijamente el rostro de ella.
—Em... Si, si... Estoy... Bien.
—Deja de tartamudear, yo se que te pongo nerviosa y me deseas, pero tampoco para tanto.
—Cierra el pico, tarado. —comentó Emma, golpéandolo en el hombro, y sin esperarse más, Harry (perro) se colocó al costado de ambos y empezó a besarlos a ambos, llenándolos de baba.
— Augh... Que asco, perro inmundo.
—No le digas así, esa es su forma de demostrar amor.
—Es un asco, prefiero que me odie.
—Entonces muérdelo, Harry.
—Cállate, tonta.
—Cállate tu, idiota.
—Mira...
—No quiero pelear, estoy muy contenta para pelear contigo. —dijo Emma con una sonrisa, parándose del suelo. — ¿Vamos Harry? El parque es lo más hermoso de este Castillo.
—No quiero ir al parque.
— ¿Alguien te habló a ti? Le hablaba al bebé de la casa.
— ¡Es un perro! ¡No un bebé!
—Hasta hora es el único miembro de esta familia que tiene cuatro meses, así que si, es el bebé. —dijo Emma, llendo a su cuarto a sacarse la ropa que había utilizado en la conferencia de prensa. Con una blusa verde pistacho, una chaqueta del mismo color, zapatos de tacón igual y un short de jean, Emma salió vestida de su recámara. { http://www.polyvore.com/amazing_life/set?id=48155349 }
— ¿Qué quieres ahora?
— ¿Siempre eres tan educada?
— ¿Qué pasa, Harry? —preguntó Emma, sosteniendo de la correa a Harry.
—Voy a dar un paseo por el parque... ¿Quieres ir?
— ¿No que no querías?
—Cambié de idea, no seas tan molesta. —comentó el muchacho comenzando a caminar.
La tarde pasó sin ninguna preocupación por parte de ninguno de ellos. El parque era inmenso, con el cesped bien cortado, todo en detalle como si las plantas ya no fueran naturales, y ahora solo eran parte de una muestra de arte. Harry (perro) amaba correr, saltar y jugar con el príncipe y la princesa, y, aunque el muchacho dijiese que odiase al perro, en realidad, empezaba a tomarle cariño. Entre risas, corridas, juegos y cosquillas (de parte de Harry a Emma) la tarde fue tranquila, divertida y lo más importante de todo para Emma, todo fuera de protocolo. No eral el príncipe y la princesa de Gales, eran Emma, Harry y Harry.
No hay comentarios:
Publicar un comentario