Oliver Barrett IV, proveniente de una opulenta familia, es un joven estudiante de Harvard entregado al deporte y a sus estudios. Jennifer Cavilleri, de 24 años, estudiante de música y arte, es de origen italiano y trabaja como bibliotecaria. Un día Oliver pide un libro en la biblioteca y le sorprende el descaro de la muchacha. La invita a tomar café...
A partir de aquí se inicia una historia vieja como el mundo, pero que no perderá su belleza estremecedora ni su poderoso impacto sentimental por mucho que se repita.
Esta novela combina con maravillosa ternura la juventud, el amor y la tragedia.
Este libro lo vi en un blog hace millones de años, pero revisando blogs al azar (uno de mis pasatiempos favoritos (? lasdkjaskld xD), una chica de un blog (que no recuerdo cual u.u) decía que este era su libro favorito, y lo re recomendaba y cuando alguien dice que tal libro es el FAVORITO algo tiene que tener, sea quién sea el que dice eso, por lo que lo busqué y la sinopsis me llamó la atención, y lo empecé a leer. Es un libro sencillo, fluído y ameno. Con un mensaje precioso, personajes queribles y una historia de amor encantadora.
El libro nos cuenta la historia de Jenny y Ollie, una chica de familia italoamericana de clase media baja que va a la universidad y estudia música, y él, un chico de clase alta, de familia de abolengo, que asiste a Harvard. Desde el inicio, las diferencias entre estos personajes son inmensas, y eso es lo que le da la gracia a la novela. El autor nos va relatando, cómo es que se conocen Jenny y Ollie, cómo se enamoran y pasan su vida. Los capítulos son ligeros y cortos, y la historia, cómo todo pasa tan rápido en tan poco tiempo, se hace más que entretenida. No hay declibe en ningún momento, y creo que si bien no me ha fascinado, me gustó mucho. Jenny es un personaje que verdaderamente aprecié, tiene una personalidad espontánea, sincera y dice lo que piensa, de la manera que quiere sin pelos en la lengua. Cosa que ha enamorado a Ollie, quién, al principio me era neutral (un chico rico del montón, con problemas más bien tontos), a ser un dulce de leche, que se juega todo por lo que quiere, sin importar nada. Oliver me ha gustado muchísimo, es un chico con el que sin duda me casaría (dios, sí lasjdklasjd xD).
La novela comienza diciéndote exactamente cómo va a terminar, y si bien eso mucho no me gusta (porque me gusta ser sorprendida en los finales, y porque hasta que no veo que pasa exactamente eso me desquicio (? ), Segal hizo que esta historia de amor tan normal, sea inolvidable. Dulce, romántica, pero sin ser fantasiosa ni empalagosa. Fue real, y creo que eso es lo que la hace tan especial. La frase “amar es nunca tener que pedir perdón”, me ha enamorado completamente, y quisiera buscar algo más del autor, que tiene una pluma fluída, intensa y a la vez, muy fácil de leer. Completamente recomendable, saludos. Danna.
#1 • Love Story
#2 • Oliver's Story
No hay comentarios:
Publicar un comentario