Blinking Cute Box Panda

viernes, 9 de agosto de 2013

Dramma Queen - Capítulo 51


 


Dramma Queen
Capítulo 51
 
Con un vestido de mangas largas color plateado opaco, un sobretodo blanco hasta por debajo de la rodilla, medias negras de encaje, zapatos de tacón a composé con el vestido y un bolso anaranjado congando de su antebrazo, Emma apareció, tomada por el brazo con Carolina, caminando por Oxford Street. { http://www.polyvore.com/its_not_what_you_say/set?id=38800203 }
¿De verdad?
De verdad. Fue... Demasiado complicado.
¿Y sigues sintiendo ese "algo" por Zayn?
Claro que no. Zayn es mi pasado... Y ni eso. Siempre quise a Harry, aunque claro, él a mi no. Pero ahora todo es distinto.
Eres una suertuda, dos príncipes enamorados de ti. Y yo, ni perro que me ladre.
En las vacaciones de verano, le prometí al príncipe Sebastian de Luxemburgo, que si o si, iba a ir a visitarlo. ¿Quieres venir conmigo?
¿Encerio? ¿Cuántos años tiene? ¿Es lindo?
Tiene veinte años, y es muy lindo. Sólo lo vi en fotos, pero es castaño, de ojos celestes, tez blanca y alto.
Es un sueño. —comenta Carolina, con voz de enamorada. — ¿Verano? ¿Cuándo es verano aquí?
Vamos a ir en mayo.
Oh, Emma. Faltan más de cinco meses.
Lo siento, linda. Es lo único que puedo ofrecerte. Aunque... También está el duque de Oxford.
¿Duque?
Si, tiene unos cincuenta años, pero... Está soltero.
Cierra el pico, Emma. —dice su amiga, molesta, haciendo reír a la muchacha.
Encima que te ofrezco una cita con un duque. —comenta riéndo, la castaña.
La tarde pasó entre risas, compras, e idas y venidas por Oxford Street, Picadelly Street, y algún que otro barrio más de Londres. Emma dejó, con el chofer, a Carolina en el hotel Baglioni de Londres, y luego de allí, partió rumbo al Castillo de Windsor.
¿Qué es todo esto?
Debemos irnos, tus empleadas ya armaron tus maletas.
¿Irnos? —pregunta ella, acercándose a Harry.
El plazo para obtener el trono de Austro-Hungría termina la semana que viene. Es mejor, ya ir llendo a Viena, para presentarnos ante el congreso, y allí, instalar el parlamento, y que la coronación se lleve a cabo.
¿Vamos a Viena? —pregunta con una sonrisa ella, mirando con ilusión al príncipe.
¿Por qué te pondrá tan contenta ese lugar?
No lo sé, es... Mágico. Me encanta. —contesta ella, sin que su sonrisa desapareciera.
De acuerdo, vamos. El Jet nos espera.

* * *

Estoy muerta.
¿De qué? No haz hecho nada.
Cierra la boca. —comenta Emma, tirándose en la cama.
¿Te enojaste?
Eres un tonto. —dice ella, con enojo.
Tu eres una tonta. —le responde, acostándose a su lado, y besando su frente. —Mira como estás vestida. ¿Te parece una forma propia de que una princesa ande frente a su marido?
¿Qué tiene de malo? Además, este es mi cuarto. Tu estás invadiendo, no debes prestar atención a lo que lleve puesto o no. —dijo ella, la cual, lucía una camisa blanca anudada, con una chaqueta negra de cuero encima, un short de jean con la bandera estadounidense impresa, y unas sandalias de plataforma de color marrón. { http://www.polyvore.com/happy_birthday/set?id=31372827 }
¿Quieres comer algo?
Deja de querer engordarme para navidad. Luego de la cena con el príncipe Karl, no doy más. Su esposa me hizo comer como un chancho.
Eres una exagerada. —le responde Harry, posando un brazo al contorno de la cintura de ella, y atralléndola más a él.
¿Qué haces? —pregunta ella, separándose un poco de él.
¿Qué? ¿Qué tiene de malo? —indaga él, acercándola nuevamente.
Aléjate, principe pervertido.
¡Que no soy un pervertido! —grita el muchacho, molesto.
Su Ateza. —dice Allison, desde la puerta de la recámara. Y en cuanto ella apareció, la vergüenza no se demoró en hacer acto de presencia en Harry, y la risa, en un instante, invadió a Emma, la cual, no paraba de reír, ante las mejillas enrrojecidas del castaño.
¡Ya! ¡Cállate! —le grita este, haciendo que la risa se incremente más en ella. —Eres una molesta.
Y tu un gritón. —le dice, entre risas.
¿Qué quería Institutriz Allison?
Quería informarles que el desayuno de mañana con su majestad, la reina, es a las nueve de la mañana, en el salón principal. Deben estar allí, luego de que ella haya ingresado.
Está bien. —contesta el muchacho, haciendo que la rubia haga una reverencia, y salga de la habitación, pero antes, haciendo una reverencia.
Per-ver-ti-do. —dice Emma, separándo en sílabas.
Mo-les-ta. —imita el castaño, arrojándose encima de ella, pero sin dejar caer su peso sobre la castaña. —Her-mo-sa. —separa en sílabas, mirándola directamente a los ojos, haciendo que el nerviosismo se incremente en la muchacha, y antes de que ella pudiera decir algo, los labios de él, apoderaron los de ella.
Se levantó de la cama, cerrando la puerta con llave, dejando a Emma con el ceño fruncido, y algo preocupada de lo que él acababa de hacer. Pero antes de darle tiempo a que ella pueda decir algo, la besó, de una manera suave, tranquila y serena, para que lentamente, comenzar a colar su mano por sobre la remara e ir subiéndola, hasta llegar al borde de su sostén. Emma, ante el miedo, se quedó completamente inmovil, y Harry, abrió los ojos, e hizo que ella lo mirara.
No voy a hacer nada que tu no quieras, Emma. —le dice este, con seriedad, y ella sin decir nada, lo besó, deciendo todo con aquel gesto, en donde él, levantó la remera del todo, para quitársela del cuerpo, y luego, descendió por su piel, besando su cuello, pasando sus labios por entre sus pechos, hasta llegar a su ombligo y detenerse en el inicio de su short. Este, de manera suave, y con dulzura, trató de quitarlo, para que ella no sufra el pudor de estar desnuda ante él, que este sabía, era lo que más le costaba.
Cuando ella quedó en ropa interior, se sentó en la cama, para desprender la camisa de él, y dejarla tirada por algún lado de la cama, y besando sus labios, fue bajando a su clavícula, para llegar a su cuello, donde lo mordió suavemente, haciendo que una fibra sensible en el cuerpo de él se encienda, logrande que su boca llegase a la de ella con desesperación, para que, cuando sus manos hubieron hecho el arte de desnudarse, se unieran como uno solo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario