A punto de comenzar primero de secundaria, Percy Jackson no espera emociones fuertes, sino más bien un aburrimiento soporífero. Pero cuando en la nueva escuela se presenta una vieja amiga, seguida de un par de animadoras diabólicas, los acontecimientos se precipitan y todo empieza a ir de mal en peor. La guerra entre los dioses olímpicos y Cronos, el malvado señor de los titanes, se vuelve inminente, e incluso el Campamento Mestizo, donde se refugian los jóvenes semidioses, corre el peligro de sucumbir ante el avance del ejército de Cronos. Para detener la invasión, Percy y sus amigos deben emprender una arriesgada búsqueda a través del laberinto, un mundo subterráneo plagado de trampas peligrosas, monstruos furiosos y criaturas perversas, concebido para acabar con quienes se atrevan a profanarlo.
El cuarto libro de la serie Percy Jackson y los dioses del olimpo sigue el mismo hilo de los otros tres libros, cargado de aventuras, personajes famosos de la mitología griega con las extrañas y geniales particularidades que Riordan ha creado, y sus personajes ya conocidos y adorados, por mi al menos. El título, para los que tienen una base mínima de historia mitológica griega, da ya pauta a qué va a suceder y en dónde se pondrá el foco en la historia, haciéndolo desde mi punto de vista más interesante.
El mito de Teseo y Ariadna, con el minotauro y el laberinto, es uno de mis mitos favoritos. Lo amo, creo que fue el primer mito que leí y desde allí adoro la mitología griega, así que, que sea usado en el libro como tema me llamó por sobretodo la atención. La batalla del laberito comienza como los demás libros con “Percy y su vida normal” yendo a un acto de la escuela nueva, y encontrándose con una antigua amiga, Rachel y unos demonios. Desde allí, él huye y se refugia en el campamento mestizo, y la historia comienza. Se sabe que en el campamento hay una entrada al laberinto de Dédalo, el cuál está desparramado por todo Estados Unidos, haciendo esta entrada, una puerta de acceso para las tropas de Cronos y destruír, si la encuentra, el campamento.
La cuestión es que los cuatro amigos (Percy, Annabeth, Tayson y Grover) se enfrascan en la aventura de recorrer aquel sitio plagado de monstruos, peligros e ilusiones, que ha llevado a la locura a más de un héroe. La descripción del laberinto es genial, y a cada momento me imaginé con lujo de detalle cada sitio. En el pasar por el mismo, van apareciendo figuras conocidas de los mitos, como Jano, el dios de las dos caras, Hera, la reina de los dioses, Calipso, hija de Atlas y muchos más. Todos estos personajes me gustaron, ya que el autor les da la personalidad que quiere, y juega con esto, y por supuesto, el personaje central que aparece, es Dédalo, el creador del laberinto, que es un personaje bastante particular.
Otro personaje que se vuelve importante es Rachel, que a mi particularmente no me gusta ni un poco, pero que en la historia se hace importante. PEQUEÑO SPOLIER: Odié, eso si, que Riordan presente a Rachel como Ariadna, o sea, es genial como la plantea allí, y como es la única solución y eso, pero al ser Ariadna un personaje que he leído tanto tanto, y me encanta, lo encontré horrible por el simple hecho de que odio a Rachel, JA! FIN DEL SPOLIER! No hablé de los personajes ya conocidos, pero he de decir que continúan todos manteniendo sus mismos valances y personalidades, nada más que ahora son mucho más maduros, teniendo en cuenta que tienen 15 años. En fin, la historia es fabulosa, como los otros libros, pero no es mi favorito. Igual, es genial, y lo súper recomiendo. El mundo de Percy Jackson es fabuloso, y a todo aquel que le guste este género fantástico/juvenil debe incarle los dientes, seguro. Saludos, Danna.
#4 • La batalla del laberinto
#5• El último héroe del olimpo
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