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miércoles, 3 de julio de 2013

El precio de la elegancia - Capítulo 18


El precio de la elegancia
Capítulo 18


Elizabeth. —la llama Jason, detrás de la puerta de su cuarto.
Te he dicho que te vayas, ¿qué estás sordo?
¿Puedes abrirme la puerta?
Quiero que te vayas. —le dice ella, sentada en su cama, con su laptop.
¿Por qué estás tan molesta? —indaga él, detrás de la puerta.
¿Por qué? —pregunta ella, mirando indignada la puerta blanca de su cuarto. — ¿Por qué? —vuelve a preguntar, parándose de la cama, llendo hacia la puerta. — ¿De verdad preguntas por qué? —le dice, abriéndola, encontrándose con Jason y su cara de poker.
Si, quiero saber el porque de tu enojo.
Eres un idiota. —le dice ella, girándose, y tratando de cerrar la puerta, pero, fue detenida por el castaño, el cual, se interpuso entre ella y la puerta.
Linda ropa interior. —comenta, mientras ella mira para abajo y ve su bracier sobresalir de su bata, haciendo que ella suelte la puerta y el forcejeo con él, para cerrar su bata y Jason, aprovechando esto, entra a su recámara.
Vete de aquí, ahora.
Dime... ¿Por qué estás molesta?
Creí que eras un simple plebeyo idiota. —le dice esta, acercándose a él. —Pero ahora, creo que eres un simple niño rico idiota.
¿Estás molesta por qué soy rico?
Estoy molesta porque fingías ser un alumno de clase promedio.
No fingía, solamente no alardeaba de mi posición económica como otras personas... —dice este, mirándola de reojo, con una sonrisa de suficiencia.
Cómo sea.
Pero además de eso, estás molesta por otra cosa. Dime, ¿qué es?
¿Tu padre y el mío hablando de lo importante que es una compañera en la vida de un hombre empresario? Por favor. —suelta ella, con ironía.
Mmmm, ya veo por dónde va la cosa. —comenta este, semirecostándose en la cama. —Aunque esa bata sin nada abajo te queda increible. —suelta, haciendo fruncir el ceño de ella. —No puedes salir con eso, así que cámbiate, que te espero afuera.
No quiero salir a ningún lado. Y menos contigo.
Te espero afuera, en diez minutos entro y te saco de tu cuarto como estés. —dice, saliendo de la recámara, dejándola a ella, sentada en su cama, esta, mira la puerta, por dónde Jason se fue, y luego de dos minutos, se puso de pie, quitándose la bata y los zapatos de tacón, para dirigirse a su armario y colocarse un vestido de encaje rojo, zapatos de tacón y cartera color crudo y un sobretodo negro encima, se pintó los labios de un rojo sangre, y se ató el pelo en un moño alto, mientras se remarcaba un poco más las pestañas, y en diez minutos, estaba fuera de su cuarto. { http://www.polyvore.com/untitled_634/set?id=59807092 }
Que puntual. —comenta este, fuera de su cuarto, mirándola de piez a cabeza, un poco embobado.
Solo salgo contigo porque estoy aburrida, y porque Holly fue a una especie de "cita".
Bueno, tu también vas a una cita... Conmigo.
Ya quisieras. —comenta esta, caminando delante de él, siendo seguida de inmediato por el muchacho. —La última vez que tuve una cita donde yo acepté fue con el príncipe Sebastian de Luxemburgo.
Vaya me siento honrrado de venir luego de un príncipe. —comenta este, encaminándose a la puerta, mientras bajaban por el ascensor, el muchacho miraba a Elizabeth de reojo, la cual, se percataba de las sin fin de miradas de él.
¿Qué quieres? —le pregunta ella, ya que llevaban más de diez minutos caminando en silencio por las transitadas calles de París.
Antes de que llegaras al restaurant, mi padre, el tuyo y yo hablamos.
¿De qué?
De ti. —contesta este, mirando a lo lejos a la Torre Eiffel.
¿Sé más específico?
Le pedí a tu padre su permiso para casarme contigo.
¿Qué? —pregunta ella, deteniendo su caminar, con el ceño semi fruncido, y la boca abierta.
Quiero casarme contigo, y él aceptó, si tu también lo hacías.
¿Es un chiste, verdad?
Estoy hablando más encerio que nunca en mi vida.
Entonces eres un demente. —le dice ella, mirándolo fijamente a los ojos. —Jamás, y escúchame bien, jamás, voy a casarme contigo. —dice, enojada. —Mi padre, tu padre y tu, creen que soy una pieza de ajedréz que la pueden colocar donde más les conviene.
No, claro que no.
¡¿Entonces qué?! —pregunta ella, furiosa.
Solo le pedí su permiso, para cortejarte.
Oh por dios, ¿ahora te crees un caballero del siglo XVIII?
Puede ser... —comenta él, con su típica sonrisa ladeada. —Además, tú lo has dicho.
¿Qué?
Haz dicho que nadie en nuestra sociedad se casaba por amor, lo que, en las parejas de clase media si sucedía. ¿Qué pasa si te casas por amor conmigo?
¿Amor? ¿Contigo? —pregunta, soltando una carcajada seca.
Así es.
Eso si es un chiste, ¿verdad?
Puedo enamorarte. Sé que puedo hacerlo. —dice convencido el muchacho.
¿De verdad lo crees? Déjame decirte que no eres el primero que dice eso.
Lo sé. Me he enterado el por qué fuiste a parar a West Point. —comenta, haciendo recordarle a ella el inconveniente con su última "cita a ciegas".
Si lo sabes, deberías de tener miedo... Ese chico casi se suicida.
Estoy cien por ciento seguro que puedo enamorarte.
¿A sí? De acuerdo, hagamos una cosa. —le dice ella, con una sonrisa sínica pendiendo de sus labios. —Tienes hasta las vacaciones de mayo para enamorarme, y si lo concigus, me caso contigo. Pero...
¿Pero?
Si no lo concigues, debes irte de West Point, y jamás volver. —le dice esta, mirándolo fijamente a los ojos.
Está bien. —contesta, con una sonrisa. —A partir de hoy, Elizabeth Rockefeller, mi meta, va ser enamorarte. —comenta, con otra sonrisa ladeada.

2 comentarios:

  1. uuhhhhhhh I ♥ IT!!!!!!! siempre lo hare!!! me encanto!! jajajj
    ahora si beth se enamora hago un video haciendo pavadas con una amiga y lo subo a mi blog... y si no llega a enamorarse esparera HASTA EL INFINITO Y MAS ALLA!!!! jajaj (estoy viendo toy story jejej)
    te dije que la veria en ropa interior!!!! jajajaja se debe de haber puesto roja!!!! jaaaajaja
    buehh te dejo... besosososo ♥

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  2. jajajajjaa si se puso roja xD gracias Sofi por siempre comentar, sos divina c: me alegro mucho que te guste & aww toy story, adoro tanto esa pelicula, me recuerda a Liam xd besito .3

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