Jason odiaba ser viejo.
Susarticulaciones dolían. Sus piernas temblaban. Mientras trataba de subir lacolina, sus pulmones traqueteaban como si fueran una caja llena de rocas.
Nopodía ver su rostro, gracias a Dios, pero sus dedos eran nudosos y huesudos.Abultadas venas azules llenaban sus manos.
Inclusotenía ese olor a hombre viejo –naftalina y sopa de pollo. ¿Cómo era posible?,Había ido de dieciséis a setenta y cinco años en cuestión de segundos, pero elolor a hombre viejo sucedió instantáneamente, como boom. ¡Felicitaciones! ¡Tú apestas!
“Casillegamos." Piper le sonrió “Loestás haciendo bien."
Fácilpara ella decirlo. Piper y Annabeth estaban disfrazadas como encantadoras doncellasgriegas. Incluso en sus blancos vestidos sin mangas y sus sandalias decordones, no tenían ningún problema para andar por el camino pedregoso.
Elcabello caoba de Piper estaba peinado en una rodete trenzada. Pulseras de plataadornaban sus brazos. Se parecía a una antigua estatua de su madre, Afrodita,lo cual Jason encontró intimidante.
Salircon una chica hermosa le crispaba los nervios lo suficiente. Salir con unachica cuya mamá era la diosa del amor...bueno, Jason siempre tenía miedo de hacer algo poco romántico, y que la madrede Piper bajara desde el Monte Olimpo y lo convirtiera en un cerdo salvaje.
Jasonmiró hacia arriba. La cima estaba todavía a un centenar de yardas por encima.
"Lapeor idea del mundo. " Se apoyó en un árbol de cedro y se secó la frente."La magia de Hazel es demasiado buena. Si tengo que luchar, voy a serinútil."
"Novamos a llegar a eso.” Prometió Annabeth. Parecía incómoda en su traje dedoncella. Ella seguía encogiendo los hombros para evitar que el vestido se deslizara.Su pelo rubio usualmente recogido se había deshecho en la parte posterior ycolgaba como unas largas patas de araña. Sabiendo su odio a las arañas, Jasondecidió no mencionárselo.
"Nosinfiltraremos en el palacio," dijo. "Obtendremos la información quenecesitamos, y saldremos."
Piperbajo su ánfora, la alta jarra de vino de cerámica en la que su daga estabaescondida. "Podemos descansar un segundo. Recupera el aliento,Jason."
Desu cinturón cintura colgaba la cornucopia –el cuerno mágico de la abundancia. Escondidoen algún lugar de los pliegues de su vestido estaba su cuchillo, Katoptris.Piper no parecía peligrosa, pero en caso de necesidad, ella podía apuñalar consu cuchilla de bronce celestial o disparar a sus enemigos en la cara con mangosmaduros.
Annabethse colgó su propia ánfora sobre el hombro. Ella también tenía una daga oculta;pero incluso sin un arma, ella sí parecía mortal. Sus ojos tormentososescaneaban los alrededores, buscando cualquier amenaza. Si alguien le pedía aAnnabeth tomar un trago, Jason pensó que lo más probable fuese que ella patearaal tipo en la bifurcum1.
Tratóde calmar su respiración.
Debajode ellos, la bahía Afales brillaba, el agua era tan azul que podría haber sidoteñida con colorante de comida. A unos cientos de metros de la costa, el Argo II reposaba anclado. Sus velasblancas parecían no más grandes que estampillas de correos. Sus noventa remos lucíancomo palillos de dientes. Jason imaginó a sus amigos en la cubierta siguiendosu progreso, turnándose para mirar a través del catalejo de Leo, tratando de noreírse mientras observaban al abuelo Jason cojear colina arriba.
"EstúpidaÍtaca," murmuró.
Supusoque la isla era bastante bonita. Una cordillera de colinas boscosas torcidashacia abajo en el centro. Laderas de color blanco tiza hundiéndose en el mar.Las ensenadas formando playas rocosas y puertos, donde casas de rojos tejados eiglesias de estuco blanco se situaban al abrigo de la línea de la costa.
Lascolinas estaban salpicadas de amapolas, azafrán, y cerezos silvestres. El aireolía a mirtos. Todo era muy bonito –excepto la temperatura que era de unos cuarentagrados. El aire era tan vaporoso como en una casa de baños romana.
Hubierasido fácil para Jason controlar los vientos y volar a la cima de la colina,pero nooo. Para mantener el sigilo, teníaque escalar como un tipo viejo con problemas de rodillas y hedor a sopa depollo.
Pensóen su última escalada, hace dos semanas, cuando Hazel y él se habían enfrentadoal bandido Sciron en el acantilado de Croacia. Al menos entonces Jason habíatenido toda su fuerza. Lo que ellos estaban a punto de enfrentar sería muchopeor que un bandido.
"¿Seguroque es la colina correcta?" Preguntó. "Parece un poco –no sé–tranquila."
Piperestudió la cordillera. Trenzado en su pelo había una pluma de arpía azulbrillante –un recuerdo del ataque de la otra noche. La pluma no quedabaexactamente con su disfraz, pero Piper había derrotando a todo un rebaño dedamas pollo por sí misma, mientras ella estaba de guardia. Ella habíaminimizado su logro, pero Jason podría decir que ella se sentía bien por ello.La pluma era un recordatorio de que ella no era la misma chica que había sidoel pasado invierno, cuando llegaron por primera vez al Campamento Mestizo.
"Lasruinas están allá arriba," prometió. "Las vi en la hoja de Katoptris.Y tú oíste lo que dijo Hazel. La mayor–"
"Lamayor reunión de espíritus malignos que jamás ha sentido," recitóJason. "Sí, suena increíble.”
Despuésde luchar en templo subterráneo de Hades, lo último que Jason quería, eratratar con más espíritus malignos. Pero el destino de la misión estaba enjuego. La tripulación del Argo II tenía una gran decisión que tomar. Si elegíanmal, ellos fallarían, y el mundo entero sería destruido.
Ladaga de Piper, los sentidos mágicos de Hazel, y los instintos de Annabeth,habían coincidido –la respuesta estaba aquí en Ítaca, en el antiguo lugar de Ulises,donde una horda de espíritus malignos se había reunido para esperar órdenes deGea. El truco consistía en infiltrarse entre ellos, aprender lo que estabapasando, y decidir el mejor curso de acción. A continuación salir,preferentemente con vida.
Annabethse ajustó el cinturón de oro. "Espero lo disfraces resistan. Lospretendientes eran delincuentes desagradables cuando vivían. Si se enteran deque somos semidioses–”
“Lamagia de Hazel funcionará," dijo Piper.
Jasontrató de creer eso.
Lospretendientes: un centenar de los más codiciosos asesinos malvados que jamáshabían existido. Cuando Ulises, rey griego de Ítaca, desapareció después de laguerra de Troya, esta turba había invadido su palacio y se habían negado airse, cada uno con la esperanza de casarse con la reina Penélope y apoderarsedel reino. Ulises logró regresar en secreto y masacrarlos a todos –tu típicabienvenida feliz. Pero si las visiones de Piper estaban en lo correcto, lospretendientes estaban de regreso, rondando el palacio donde habían muerto.
Jasonno podía creer que estaba a punto de visitar el palacio real de Ulises –uno delos más famosos héroes griegos de todos los tiempos. Claro, toda su misiónhabía sido un evento alucinante tras otro. Annabeth misma acababa de volver delabismo eterno del Tártaro. Teniendo en cuenta eso, Jason decidió que tal vez nodebería quejarse tanto de ser un anciano.
"Bueno..."él se apoyó en su bastón. "Si me veo tan viejo como me siento, mi disfrazdebe ser perfecto. Sigamos.”
Mientrassubían, el sudor corría por su cuello. Sus pantorrillas le dolían. A pesar delcalor, se puso a temblar. Y por más que lo intentó, no pudo dejar de pensar ensus sueños recientes.
Desdela Casa de Hades, sus sueños habían sido cada vez más vívidos...
Aveces, Jason se encontraba de pie en el templo subterráneo de Epiro, con elgigante Clitio cerniéndose sobre él, hablando en un coro de voces incorpóreas: Les tomó a todos ustedes derrotarme. ¿Quévan a hacer cuando la madre Tierra abra sus ojos?
Otrasveces Jason se encontraba en la cima de la colina Mestiza. Gea, la madre Tierrase levantaba del suelo –una figura hecha de remolinos de suciedad, hojas ypiedras.
Pobre niño.Su voz resonaba a través del paisaje, sacudiendo los cimientos debajo de lospies de Jason. Tu padre es el primeroentre los dioses, pero tú siempre eres el segundo mejor –con tus compañerosromanos, con tus amigos griegos, incluso con tu familia. ¿Cómo vas a probarte ati mismo?
Supeor sueño comenzaba en el patio de la Casa del Lobo en Sonoma. Ante él estabala diosa Juno, brillando con el resplandor de plata fundida.
Tu vida me pertenece a mí,su voz tronó. Un apaciguamiento que Zeusme dio.
Jasonsabía que no debía mirar, pero no podía cerrar los ojos cuando Juno seconvertía en una supernova, dejando al descubierto su verdadera forma divina.El dolor abrasó la mente de Jason. Su cuerpo quemaba en capas como una cebolla.
Entoncesla escena cambiaba. Jason se encontraba todavía en la casa del lobo, pero ahoraél era un niño pequeño –no más de dos años de edad. Una mujer se arrodillabadelante de él, su aroma a limón tan familiar. Sus facciones estabandistorsionadas y confusas, pero él conocía su voz: brillante y frágil, como lacapa más delgada de hielo después de una tormenta rápida.
Regresare por ti,querido, ella dijo. Teveré pronto.
Cadavez que Jason se despertaba de esa pesadilla, con la cara perlada de sudor. Susojos se llenaban de lágrimas.
Nicodi Angelo les había advertido: La Casa de Hades les traería sus peores recuerdos,haciéndoles ver y oír cosas del pasado. Sus fantasmas se volveríanintranquilos.
Jasontenía la esperanza de que esos fantasmas particulares se mantuvieran alejados,pero cada noche los sueños empeoraban. Ahora él estaba subiendo a las ruinas deun palacio donde estaba reunido un ejército de fantasmas.
Eso no significa deElla estará ahí, se dijo Jason.
Perosus manos no paraban de temblar. Cada paso parecía más difícil que el anterior.
“Casillegamos," dijo Annabeth. "Vamos a–“
¡BOOM!la ladera retumbó. En algún lugar sobre la colina, una multitud rugió enaprobación, al igual que los espectadores en un coliseo. El sonido hizo que aJason se le pusiera la piel de gallina. No hace mucho tiempo atrás, habíaluchado por su vida en el Coliseo romano ante un animado público fantasmal. Noestaba ansioso por repetir la experiencia.
“¿Quéfue esa explosión? " se preguntó.
"Nolo sé," dijo Piper. "Pero sonó como si estuvieran divirtiéndose.Vayamos a hacer algunos amigos muertos."
Lamentablemente no puedo dar mi opinión porque no lo leí, no me siento capas de leer un capítulo y después detenerme, y esperar y quedarme con la duda. Rick es uno de mis autores favoritos, y sé que haría eso, comerme la cabeza hasta que no espere por leer el libro completo xD Saludos, Danna :)