Blinking Cute Box Panda

lunes, 20 de agosto de 2012


Libro Abierto

Capítulo 17


—Me pensé que el tiempo de evasivas había terminado.—le dije, ya que hacía cinco minutos no había abierto la boca para contestarme.
—Por favor, Ro ¿Puede ser en otro momento?
—No, ahora Harry.
—Mira, hagamos una cosa, si tu te olvidas de esa pregunta por un tiempo, yo te respondo otra que me quieras hacer. —Propuso, sentándose a mi lado.
—No, el trato sería que si te hago tres preguntas, me olvido por un tiempo de esa.
—De acuerdo, pero no seas tan compleja, ¿si?
—Bueno, la primera pregunta: ¿El primer día de clases, cuando tú lindo hermano me amenazó, de quien hablaban?
—De ti.
— ¿Por qué? —inquirí.
—Porque mi hermana pudo "ver" que alguien te atacaba, y el hecho de que yo esté cerca tuyo incrementa las posibilidades de que el atacante sea yo, pero ahora me di cuenta de que hay otros peligros además de mi cercanía.
— ¿Cómo cuales? —pregunté verdaderamente interesada en el tema.
—Cómo Payne, sé que lo quieres y que te molesta de sobre manera que lo ataque, pero él es muy peligroso, y hasta me atrevo a decir que es más peligroso que yo mimsmo.
— ¿Qué lo hace tan peligroso?
—Lo lamento, se agotaron tus tres preguntas.—anunció, sonriendo de costado.
—De verdad, Harry, por favor, contesta.
—Lo lamento, no puedo, aunque quisiera—Contestó, rozando la piel de mi mano, con sus suaves labios—. Es algo que te tiene que contar tu amiguito, yo no puedo, lo prometí. Aunque lo odie, soy hombre de palabra.
—De acuerdo, de acuerdo, pero puede hacerte otra, sin tocar el tema de Liam.
En ese momento tocaron la puerta, y era obvio quien era.
—Romance, a comer. —anunció mi madre, del otro lado de la puerta.
—No tengo hambre mamá, es que comí en la escuela.
—De acuerdo, Ro.
Después de nuestra pequeña conversación, escuché los tacones altos de mamá golpear contra la cerámica del departamento. Ella ya había salido de escena.
Harry, quién se colocó debajo de la cama, salió de su escondite, con una sonrisa centellante.
—Vas a tener hambre, ahora.
—No, en verdad no mentí tanto, no tengo hambre.
—Tienes que comer...
—Si, lo prometo, mañana lo haré. Pero ahora, nosotros estábamos hablando, y yo te iba a hacer una pregunta.
—A ver, que no sea nada comprometedora.
—Hahaha, no, no. —negué, rodando los ojos.
—Está bien, dime.
—El segundo día de escuela, cuando íbamos caminando con Román y cuando casi un auto lo atropeya, tu lo salvaste, de una manera imposible de creer, estabas lejos, pero aún así, lograste alcanzarlo y sacarlo del peligro. Lo salvaste, y fue muy extraño.
—Dijiste que la pregunta no era nada comprometedora...
—Por favor, dime. Sea lo que sea, no te juzgaré y prometo que nuestra relación no cambiará.—prometí, mirándolo a los ojos, tan profundos como la noche.
— ¿Relación? Y... ¿qué clase de relación tenemos? —preguntó divertido, volviendo a atacar con sus dedos fríos mi piel, provocando una corriente eléctrica por todo mi cuerpo.
—Emmm... Bueno, nosotro... somos... Amigos, ¿no?
— ¿Quieres eso en verdad, Romance? —musitó, acercándose a mi, de una manera peligrosa, pero a la vez deseada. Su anatomía rozaba la mía, y esto incrementaba a que mi sistema nervioso me juegue una mala pasada.
—Emm...Por favor, Harry, quiero que me respondas.—dije, tomando todo lo que tenía de cordura en mi cuerpo en ese momento, para decir tales palabras y alejarlo un tanto de mí.
—Claro, yo te tengo que responder todas tus preguntas, y tú a mi no me puedes contestar una tan simple como... —Y no dijo más nada, se volvió a arrodillar en el piso, y me tomó la mano nuevamente.
—Por favor, si tu respondes mis preguntas, yo prometo contestar las tuyas.
—De acuerdo, yo empiezo.—anunció el muchacho, con una sonrisa.
— ¿Tú no eras tan caballero? ¿Dónde quedó "las damas primero"?
—Cuando a ti te conviene tengo que ser un caballero, y cuando no, te tengo que tomar a la par como si fueras un hombre.
—Estamos a la par, ambos somos humanos, respiramos y hacemos lo demás, así que por eso me tomas a la par y además... —me interrumpió.
—De acuerdo, Ro. Tú primero, solo no quiero que te enfades.
—Me enfado, por tus actitudes machistas. —este rió y yo lo secundé.
—Te prometo que trataré de no ser tan "machista", solo lo intentaré. —musitó remarcando la última palabra.
— ¿Me pensas contestar lo que te pregunté de Román?
—Ya te lo he dicho anteriormente, que no soy tan normal como tu crees que soy, y esa es una de las particularidades de mi anormalidad.
— ¿Una super velocidad?
—No es tan así en realidad, yo lo llamaría... Una ilusión.
— ¿Ilusión?
—Tal vez, te hice creer que corría, pero en realidad, no estaba corriendo, si no, caminando.
— ¿Caminando? ¿Me estás cargando, Harry?
—Claro que no. Lo que soy, hace que pueda crear esas ilusiones, esos manejos del tiempo y espacio. Vas a temerme, incluso odiarme si en verdad sabes lo que soy, Romance.
—Te prometo que...
—No me prometas nada—me detuvo, mirándome fijamente.—en verdad, cuando digo que me vas a temer y odiar, no miento.
—Harry, ¿por qué mejor no dejas que eso lo diga yo?
—Porque... ya es hora de que vayas a dormir—dijo, mirando el reloj que se encontraba sobre mi mesita de noche, este marcaba las once y treinta y dos minutos.
—No quiero dormir.—me negué rotundamente.
—No quiero berrinches de una niña pequeña, ya tengo dos en mi casa.
—Ja-ja, muy chistoso.—contesté con sarcasmo.
—Vamos, acuéstate.—Luego de ordenarme eso, y que yo acatara, puso las mantas sobre mi cuerpo, besó mi frente, luego mi mejilla y por último, sus labios se posaron en mis manos.
—Que tengas dulces sueños, Romance.
—Gracias. —anuncié, y en ese instante me di cuenta de que tenía demasiado sueño, y sin esperar otro instante más, caí en los brazos de Morfeo, mientras Selene, hacía que la noche misteriosa y tenebrosa se explayara por lo largo y lo ancho de Chicago, pero esta, venía acompañada de la luna, que se refulgía en su esplendor.

1 comentario:

  1. Que hermosooooooooooo :'), gracias, lo subiste en mi cumpleaños! jiji. Síguela está buenísima! Me encanta tu novela, y siempre me dejas mal:ccc jajaja, un beso grande de Chile!

    ResponderEliminar