Blinking Cute Box Panda

domingo, 21 de octubre de 2012


Libro Abierto

Capítulo 35

—No te pongas mal, Lander es un idiota importante.
—No es eso, es que... Tu hermano me vive mientiendo, Louis.
—Es que... Mira yo que sé como piensa, te aseguro que no lo hace de malo, lo hace porque no te quiere exponer a nada, y a veces se equivoca con sus desiciones.
—Lo entiendo, pero.. ¿No crees que esto me involucra a mi también?
—Claro que si, y yo nunca dije lo contrario, pero Harry es demaciado... Cuidadoso contigo, teme que te puedas romper como un cristal, y, en cierta forma así es. —Concordó el muchacho, tomando mi mano en señal de apoyo. —Eres muy delicada y frágil para nuestro mundo y Harry tiene miedo de perderte, Romance.
—Pero... Él me podría transformar en hechicera como hizo tu madre con ustedes, si Colette lo hizo con ustedes, por qué no conmigo. Les prometo que voy a ser buena.—al decir esto último, el muchacho se rió.
—Nadie duda de eso, Ro. Pero mi hermano te ama así, y no quiere perderte.
—Me voy a morir, soy humana y eso, inevitablemente, va a suceder.
—Correcto. Pero mientras más tiempo te pueda tener así, lo va a hacer.
— Una pregunta, y esto no tiene nada que ver con tu hermano.
—Dime, soy todo oídos.
—Marlon parecía muy molesto, cuando dijiste que había dormido a mi madre, y te dijo psiquico de cuarta y que te dejes de meter en su cabeza... ¿De qué hablaba él?
—Bueno... Marlon tiene menos delicadeza que un puerco espín. —Al decir eso, reí a carcajadas.—Yo puedo ver... "Cosas".
— ¿Qué clase de cosas?
—Cuando duermo... más que nada, sueño con las cosas que les pasa o les pueden pasar a la gente, es como... Una parte de su futuro, puede o no pasar, según lo que la persona decida en ese momento.
—O sea, que ves el futuro. —dije, sorprendida.
— ¡Ojalá! No, no, lo que yo hago es un poco más... Básico, por así decirlo. Son solo sueños, muchas veces tienen que ver con la realidad, pero otras no. Hay veces que también lo hago despierta, pero son pequeñas imagenes, recortes pequeños del futuro.
— ¿Y siempre pasa lo que ves?
—Casi siempre, hay veces que el sueño cambia, o ya nunca más lo veo, y eso quiere decir que no pasó o que jamás va a pasar.
— ¿Y alguna vez viste algo nítido?—al preguntar eso, el se quedó rígido, y al pasar los segundos se fue relajando.
— Solo una vez... pero... Harry me matará.
—Por favor, dime que has visto. —le pedí, con una sonrisa, mostrando mi gran dentadura.
—Vi que mi hermano te mordía, eso fue lo primero que vi, mucho antes de que tu hayas llegado a la escuela. —explicó, y la que se puso rígida ahora, fui yo. —Al principio me asusté mucho, porque lo vi atacarte y no solo eso, fue en medio de una gran multitud y seguido de ello, mi hermano llorando frente a tu cuerpo sin vida.
— ¿Eso va a pasar? —pregunté con temor.
— Lo dudo muchísimo, pero luego, el sueño cambió.
— ¿Cómo?
—Él no te mataba, él te mordía pero, no era para alimentarse ni nada, estaba en medio de un ritual y te mordió para... La transformación, eso fue lo que pude ver. El ritual de tranformación y...
— ¿Y? —indagué para que prosiguiera.
—Sueño con ello casi todas las noches, y es muy nítido, así que...
—... Puede ser que ocurra. —musité, completando su frase.
—Exacto, pero puede pasar de que no. —explicó él y se quedó callado, mirando para arriba de nosotras.
—Romance, ¿podemos hablar? —preguntó a lo que yo no contesté, y Louis me dio un pequeño empujon. Yo me levanté, y tomé su mano, ambos caminamos hacia fuera de la casa, nunca había visto esta parte, la de atrás de la gran mansión. Un jardín de unas dimenciones impresionantes, el color que predominaba era el verde, y a los costados unas pequeñas decoraciones con flores de distintos colores, naranjas, rosas amarillos, blancos, violetas y muchos colores más. Era algo precioso y parecía muy bien cuidado.
— Es hermoso tu jardín. —anuncié, mientras él se sentaba en una banca y me invitaba a que lo acompañara.
—Si, Colette se esfuerza mucho con él.
Silencio incómodo. Lo peor es que parecía que ninguno de los dos pensaba en romperlo. Así que me dediqué a contemplar el hermoso paisaje. Más a la derecha había una enorme piscina olímpica y al rededor de esta, había sillas para tomar el sol. Toda la pileta estaba cercada con una reja de color negro, todo muy fino y delicado.
—Lo siento. —musitó, al pasar alrededor de cinco minutos.
— ¿Qué sientes? Mentirme, engañarme, ocultarme cosas... Claro, "lo sientes". —dije, haciendo comillas en el aire, y utilizando todo el sarcasmo que puse utilizar en tan solo una oración.
—Lo lamento, sinceramente, Romance. Sé que no te mereces mis mentiras, pero trata de comprender...—lo interrumpí.
— ¿Qué tengo que comprender? Que si Marlon o Louis no me dicen las cosas como son, yo no me entero de nada.
—Tienes razón, al estar enojada.
— ¡Claro que tengo razón! Quiero que me expliques ya mismo, que es el Círculo Obtangus.
—De acuerdo, pero siéntate y cálmate. —Me pidió, y no me di cuenta que me encontraba de pie, hasta que él lo menciono. —El Círculo Obtangus es donde los Wordas se disputan el poder, las mujeres y otros objetos de valor... —Lo interrumpí.
— ¿Objetos de valor? ¡Las mujeres no somos ningún objeto de valor! —anuncié indignada.
—Claro que no, pero para ellos si. En su cultura, las mujeres son eso, bellos adornos y madres, nada más. Como te decía... Se disputan allí las cosas que verdaderamente importan, y eso sucede solo cuando la palabra no funcionó.
— ¿Eso es lo que sucede conmigo?
—Exacto, el diálogo no funciona, ya que Liam está empecinado en tenerte, y por supuesto yo también. —Dijo con dulzura en la última parte, a lo que yo sonreí por inercia.
>> Él y yo vamos a pelear en los dos ámbitos, intelectuales y de fuerza, y el vencedor se lleva el premio, o sea tu amor.
—No, porque si gana Liam yo no lo voy a amar.
—Esa es la parte que Marlon ni Louis tampoco te explicaron. Por supuesto que por mera voluntad no lo amarás, pero si el llegara a ganar, sus hechiceros, o como ellos le dicen wikas, te van a embrujar con una pócima de amor, para que te enamores de él.
— ¿Están completamente locos? ¡¿Cómo van a hacer eso?!
—Eso es lo que ocurre Romance, te fui completamente sincero, así que espero que con esto no te enojes conmigo.
— ¿Y la tal, Taylor Sendal?
—La historia ya te la contó Marlon, sabes perfectamente que te amo más que nada en este mundo y que ella no significa absolutamente nada.
—De acuerdo... —dije algo recesola.
—Mira Ro, le digo a ti y a tus celos, que a la única que amo es a ti.
— ¡Ey!, yo no estoy celosa.
—Claro, y yo soy rubio de ojos celestes. —contestó con ironía.
—Eres mucho más lindo morocho. —le respondí, besando sus labios cortamente. El muchacho, me tomó de la cintura y me colocó sbre su regazó, y con sus brazos apretó mi cintura, intencificando el beso. Su boca se dirigió a mi cuello, oprimiendo mi piel levemente y cuando llegó casi a mi pecho, su boca volvió a subir el trayecto ya recorrido, hasta volver nuevamente a mi boca, y enredar su lengua con la mía, probocando que cada partícula de mi cuerpo se encienda como una hoguera.

No hay comentarios:

Publicar un comentario