El precio de la elegancia
Capítulo 18
—Elizabeth.
—la llama Jason, detrás de la puerta de su cuarto.
—Te
he dicho que te vayas, ¿qué estás sordo?
— ¿Puedes
abrirme la puerta?
—Quiero
que te vayas. —le dice ella, sentada en su cama, con su laptop.
— ¿Por
qué estás tan molesta? —indaga él, detrás de la puerta.
— ¿Por
qué? —pregunta ella, mirando indignada la puerta blanca de su
cuarto. — ¿Por qué? —vuelve a preguntar, parándose de la cama,
llendo hacia la puerta. — ¿De verdad preguntas por qué? —le
dice, abriéndola, encontrándose con Jason y su cara de poker.
—Si,
quiero saber el porque de tu enojo.
—Eres
un idiota. —le dice ella, girándose, y tratando de cerrar la
puerta, pero, fue detenida por el castaño, el cual, se interpuso
entre ella y la puerta.
—Linda
ropa interior. —comenta, mientras ella mira para abajo y ve su
bracier sobresalir de su bata, haciendo que ella suelte la puerta y
el forcejeo con él, para cerrar su bata y Jason, aprovechando esto,
entra a su recámara.
—Vete
de aquí, ahora.
—Dime...
¿Por qué estás molesta?
—Creí
que eras un simple plebeyo idiota. —le dice esta, acercándose a
él. —Pero ahora, creo que eres un simple niño rico idiota.
— ¿Estás
molesta por qué soy rico?
—Estoy
molesta porque fingías ser un alumno de clase promedio.
—No
fingía, solamente no alardeaba de mi posición económica como otras
personas... —dice este, mirándola de reojo, con una sonrisa de
suficiencia.
—Cómo
sea.
—Pero
además de eso, estás molesta por otra cosa. Dime, ¿qué es?
— ¿Tu
padre y el mío hablando de lo importante que es una compañera en la
vida de un hombre empresario? Por favor. —suelta ella, con ironía.
—Mmmm,
ya veo por dónde va la cosa. —comenta este, semirecostándose en
la cama. —Aunque esa bata sin nada abajo te queda increible.
—suelta, haciendo fruncir el ceño de ella. —No puedes salir con
eso, así que cámbiate, que te espero afuera.
—No
quiero salir a ningún lado. Y menos contigo.
—Te
espero afuera, en diez minutos entro y te saco de tu cuarto como
estés. —dice, saliendo de la recámara, dejándola a ella, sentada
en su cama, esta, mira la puerta, por dónde Jason se fue, y luego de
dos minutos, se puso de pie, quitándose la bata y los zapatos de
tacón, para dirigirse a su armario y colocarse un vestido de encaje
rojo, zapatos de tacón y cartera color crudo y un sobretodo negro
encima, se pintó los labios de un rojo sangre, y se ató el pelo en
un moño alto, mientras se remarcaba un poco más las pestañas, y
en diez minutos, estaba fuera de su cuarto. {
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—Que
puntual. —comenta este, fuera de su cuarto, mirándola de piez a
cabeza, un poco embobado.
—Solo
salgo contigo porque estoy aburrida, y porque Holly fue a una especie
de "cita".
—Bueno,
tu también vas a una cita... Conmigo.
—Ya
quisieras. —comenta esta, caminando delante de él, siendo seguida
de inmediato por el muchacho. —La última vez que tuve una cita
donde yo acepté fue con el príncipe Sebastian de Luxemburgo.
—Vaya
me siento honrrado de venir luego de un príncipe. —comenta este,
encaminándose a la puerta, mientras bajaban por el ascensor, el
muchacho miraba a Elizabeth de reojo, la cual, se percataba de las
sin fin de miradas de él.
— ¿Qué
quieres? —le pregunta ella, ya que llevaban más de diez minutos
caminando en silencio por las transitadas calles de París.
—Antes
de que llegaras al restaurant, mi padre, el tuyo y yo hablamos.
— ¿De
qué?
—De
ti. —contesta este, mirando a lo lejos a la Torre Eiffel.
— ¿Sé
más específico?
—Le
pedí a tu padre su permiso para casarme contigo.
— ¿Qué?
—pregunta ella, deteniendo su caminar, con el ceño semi fruncido,
y la boca abierta.
—Quiero
casarme contigo, y él aceptó, si tu también lo hacías.
— ¿Es
un chiste, verdad?
—Estoy
hablando más encerio que nunca en mi vida.
—Entonces
eres un demente. —le dice ella, mirándolo fijamente a los ojos.
—Jamás, y escúchame bien, jamás, voy a casarme contigo. —dice,
enojada. —Mi padre, tu padre y tu, creen que soy una pieza de
ajedréz que la pueden colocar donde más les conviene.
—No,
claro que no.
—
¡¿Entonces
qué?! —pregunta ella, furiosa.
—Solo
le pedí su permiso, para cortejarte.
— Oh
por dios, ¿ahora te crees un caballero del siglo XVIII?
—Puede
ser... —comenta él, con su típica sonrisa ladeada. —Además, tú
lo has dicho.
— ¿Qué?
—Haz
dicho que nadie en nuestra sociedad se casaba por amor, lo que, en
las parejas de clase media si sucedía. ¿Qué pasa si te casas por
amor conmigo?
— ¿Amor?
¿Contigo? —pregunta, soltando una carcajada seca.
—Así
es.
—Eso
si es un chiste, ¿verdad?
—Puedo
enamorarte. Sé que puedo hacerlo. —dice convencido el muchacho.
— ¿De
verdad lo crees? Déjame decirte que no eres el primero que dice eso.
—Lo
sé. Me he enterado el por qué fuiste a parar a West Point.
—comenta, haciendo recordarle a ella el inconveniente con su última
"cita a ciegas".
—Si
lo sabes, deberías de tener miedo... Ese chico casi se suicida.
—Estoy
cien por ciento seguro que puedo enamorarte.
— ¿A
sí? De acuerdo, hagamos una cosa. —le dice ella, con una sonrisa
sínica pendiendo de sus labios. —Tienes hasta las vacaciones de
mayo para enamorarme, y si lo concigus, me caso contigo. Pero...
— ¿Pero?
—Si
no lo concigues, debes irte de West Point, y jamás volver. —le
dice esta, mirándolo fijamente a los ojos.
—Está
bien. —contesta, con una sonrisa. —A partir de hoy, Elizabeth
Rockefeller, mi meta, va ser enamorarte. —comenta, con otra sonrisa
ladeada.
uuhhhhhhh I ♥ IT!!!!!!! siempre lo hare!!! me encanto!! jajajj
ResponderEliminarahora si beth se enamora hago un video haciendo pavadas con una amiga y lo subo a mi blog... y si no llega a enamorarse esparera HASTA EL INFINITO Y MAS ALLA!!!! jajaj (estoy viendo toy story jejej)
te dije que la veria en ropa interior!!!! jajajaja se debe de haber puesto roja!!!! jaaaajaja
buehh te dejo... besosososo ♥
jajajajjaa si se puso roja xD gracias Sofi por siempre comentar, sos divina c: me alegro mucho que te guste & aww toy story, adoro tanto esa pelicula, me recuerda a Liam xd besito .3
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